La presión migratoria se ha trasladado este martes a la frontera de Beni-Enzar, en Melilla. Un intento masivo protagonizado por un grupo de más de 400 migrantes ha obligado a las autoridades marroquíes a reforzar las medidas de seguridad del paso fronterizo que conecta Marruecos con la ciudad autónoma para impedir la entrada ilegal en territorio español. Informa en el vídeo Susana Guzmán.
Fuentes de la Delegación del Gobierno han informado en la madrugada del martes al miércoles mediante un escueto comunicado que, para evitar que dichos menores accedieran, las fuerzas de seguridad del país magrebí han optado por abrir y cerrar de manera “intermitente” los portones de dicho paso fronterizo.
La llegada de estas personas se habría producido desde distintos puntos de Marruecos para intentar emular a lo que viene sucediendo en la ciudad hermana de Ceuta desde hace un par de semanas, donde numerosos menores migrantes han llegado a la localidad a nado.
Por el momento, no se ha confirmado la entrada a Melilla de ningún menor.
Este suceso se produce apenas dos días después de que un grupo compuesto por medio centenar de migrantes intentaran acceder el pasado domingo a Melilla nadando desde Marruecos, aunque un importante despliegue de seguridad en ambos lados de la frontera evitó esta entrada irregular, según informaron a EFE fuentes policiales.
Este intento de entrada se produjo en el Dique Sur, la zona de la frontera situada más al sur de Melilla que separa la ciudad autónoma del puerto de Nador (Marruecos) con un dique vallado de casi medio kilómetro de longitud.
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