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Terminar la carrera, el bachillerato o un ciclo formativo y trabajar. En España, este escenario se da, pero mucho menos que en el resto de países europeos. Y es que una vez finalizan sus estudios, solo el 78,7 % consigue trabajo, muy por debajo de la media de los Veintisiete, que queda en un 83,5%, según los datos publicados por Eurostat.
El estudio analiza la tasa de empleo de personas entre 20 y 34 años que han completado sus estudios entre uno y tres años atrás y en España es del 78,7 %, una cifra que sitúa al país en vigesimoséptima posición de 33 países evaluados.
El dato español solo mejora al de Italia, Grecia, Turquía, Croacia y Bosnia y es similar al de Francia o Portugal. Sin embargo, queda muy lejos de los que ofrecen los mejores datos, como son Malta, Países Bajos, Islandia, Alemania, Austria, Irlanda y Noruega.
A pesar de que la mayoría de países europeos han mejorado sus cifras de empleo juvenil en el último años, España muestra un leve retroceso en comparación con 2022.
El peor registro de España en términos de empleo juvenil se dio en 2013, en plena crisis económica, cuando solo el 59,9% de los jóvenes recién graduados conseguían entrar al mercado laboral.
Aunque la situación ha mejorado notablemente, las cifras actuales siguen lejos de los niveles alcanzados antes de 2007. cuando el 89% de los jóvenes conseguía empleo tras finalizar sus estudios, una cifra que incluso superaba a la media europea de entonces.
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