Daniel Sancho, condenado a cadena perpetua por el asesinato de Edwin Arrieta
Daniel Sancho ha sido condenado también a pagar una indemnización de 106.000 euros a la familia de Edwin Arrieta
La sentencia del caso Daniel Sancho, en directo: condenado a cadena perpetua
Caso Daniel Sancho: cronología de los hechos
Ya es oficial. Daniel Sancho ha sido condenado a cadena perpetua este 29 de agosto de 2024 por el asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta. Una sentencia que fue redactada por el juez del caso el pasado 22 de agosto y que se ha dado a conocer este mismo día en la Corte del Tribunal Provincial de Koh Samui. El hijo del actor Rodolfo Sancho, que ha llorado al conocer el fallo, también deberá pagar una indemnización de 106.000 euros a la familia de Arrieta aunque tiene tres opciones de recurso. Informan en el vídeo Laura Susín y Juan Tejón.
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El desolador futuro del joven ya se le ha trasladado tanto a él como a su defensa y a sus padres, Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo. Los cargos por los que ha sido condenado Daniel Sancho han sido asesinato con premeditación, ocultación de cadáver y destrucción de documentación ajena.
¿Por qué Daniel Sancho no ha sido condenado a la pena de muerte?
El juez del Tribunal Provincial de Samui comenzó a leer el fallo a las 10.55 hora local (5:55 hora española). En ella, el magistrado indicó que la condena había sido reducida de la pena de muerte a la cadena perpetua por la colaboración del acusado.
La Fiscalía tailandesa había acusado a Sancho del asesinato premeditado de Arrieta, de su descuartizamiento y del robo del pasaporte del colombiano, delitos de los que el juez le ha declarado culpable.
Sancho solo había aceptado su culpabilidad en el cargo del descuartizamiento de Arrieta, cuyos restos fueron encontrados en varios lugares de Phangan, incluido el mar.
El fiscal del caso, Jeerawat Sawatdichai, afirmó a EFE a la salida de la corte que estaba "satisfecho" porque Sancho había sido condenado por los tres cargos que él presentó durante el juicio.
Condenado a pagar una indemnzación a la familia de Edwin Arrieta
El juez condenó asimismo a Sancho a pagar una indemnización a la familia de Arrieta de 4 millones de bat (unos 106.000 euros). Se trata de una cantidad muy inferior a la que habían solicitado los letrados de la familia en Tailandia durante el juicio, de 30 millones de bat (casi 793.000 euros).
El pago de la compensación es una condición sine qua non para que Sancho pudiera pedir el traslado a España, algo que sólo sería posible después de al menos cuatro años de cumplimiento de pena en Tailandia.
Durante la lectura, en la que los abogados y el acusado debieron permanecer de pie, el juez explicó la posibilidad de presentar dos recursos, uno ante el Tribunal de Apelación y otro posterior al Tribunal Supremo.
¿Quiénes estaban presentes en la lectura de la sentencia?
Sancho, de 30 años, acudió a la vista acompañado de padre y de su madre, el actor español Rodolfo Sancho y la analista de inversiones Silvia Bronchalo, así como del abogado de oficio tailandés que le representa en el país asiático, Apichart Srinual.
También acudió a la sesión, entre otros, la abogada Nattha “Lak” Jongratwanin por parte de la coacusación, que representa a la familia de la víctima en Tailandia.
Los padres de Arrieta, Leovaldo José Arrieta y Ana Marcela Arteaga, no se desplazaron a Tailandia y han seguido la sentencia desde su Colombia natal.
Cronología y detalles del caso
Todo comenzó durante las vacaciones de Daniel, que arrancaron siendo un viaje aparentemente normal en el que se suponía que disfrutaría de la fiesta, del buen ambiente y de la compañía de Arrieta -con quien presuntamente mantenía una relación-, y que terminaron convirtiéndose en un fatal caso de asesinato.
Según las investigaciones policiales y declaraciones del español, ocurrió así.
Daniel Sancho llegó a Tailandia y, en concreto, a la isla Koh Phangan, al sudeste del país, el 31 de julio de 2023, con la intención de gozar de sus paisajes y de la macrofiesta Full Moon Party, conocida como La Fiesta de la Luna Llena. Se hospedó en el resort Haad Salad Villa, lugar en el que se produciría el crimen.
Un día después, Daniel se desplazaba a una tienda y era captado por las cámaras de seguridad comprando varios objetos, entre ellos bolsas de plástico, un cuchillo, guantes de goma, esponjas y detergente.
El 2 de agosto, Arrieta aterrizaba en el país y se encontraba con Sancho, que le recogía en moto. Ese fue el último día con vida del colombiano. Según el primer testimonio de Sancho y varios medios tailandeses, Edwin quería mantener relaciones sexuales, a lo que el primero se negó, le golpeó y el colombiano cayó al suelo. Después, al ver que permanecía inmóvil, procedió, presuntamente, a descuartizarle en 14 trozos. Tardó tres horas en llevar a cabo su plan.
El 3 de agosto, Sancho decidió acudir a la comisaría para denunciar la desaparición del cirujano, sin embargo, las autoridades decidieron estudiar bien el caso. El 4 de agosto fue arrestado al encontrar en una bolsa la ropa del colombiano y el ticket de compra en el que estaban apuntados los objetos que compró.
Ya el 5 de agosto, el chef confesó el crimen. "Soy culpable, pero yo era el rehén de Edwin. Me tenía como rehén. Era una jaula de cristal, pero era una jaula. Me hizo destruir la relación con mi novia, me ha obligado a hacer cosas que nunca hubiera hecho. Él estaba obsesionado conmigo (...). Cada vez que intentaba alejarme de él, me amenazaba", declaraba Sancho a EFE.
El día 6 apareció una bolsa en la playa de Salad, a 300 metros del hotel, que contenía la cabeza y los brazos de Edwin. No se han llegado a encontrar todos los trozos del cadáver. El 7 de agosto ingresó en la cárcel de Koh Samui de forma provisional. Ha permanecido allí desde entonces.
En noviembre de 2023, Sancho negó que fuera un asesinato premeditado, alegando que fue un accidente. Esa ha sido la defensa de Sancho hasta el fin de la investigación, declarándose sólo culpable de la ocultación y destrucción del cadáver.
Durante el juicio, que se produjo entre el 9 de abril y el 2 de mayo, Daniel declaró durante su alegato final: "Siento lo que hice después de la muerte".
El pasado 26 de agosto, tres días antes de conocerse la sentencia, Sancho desveló a Efe que estaba "preparado para lo mejor y para lo peor". Unas palabras que hoy cobran más sentido que nunca debido al destino que le espera.
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