Mario Eutizia, un hombre de 48 años que trabaja como cuidador de personas mayores, ha sido detenido en Caserta, a las afueras de Nápoles, tras confesar que ha matado a cuatro ancianos en los diez últimos años porque "estaban sufriendo".
Las autoridades han confirmado ya la muerte de dos de las personas a las que cuidaba, fallecidas en los últimos meses --Luigi Di Marzo, de 89 años y Gerardo Chintemi, de 96 años--, pero resta identificar a los otros dos muertos, que habrían fallecido hace ya diez años y cuyos nombres no ha podido facilitar el detenido porque no los recuerda. En el caso de las dos primeras muertes confesadas sin datos, Eutizia asegura que los nombres estaban apuntados en el teléfono móvil que le robaron cuando dormía en un banco.
A los cuatro les administró dosis letales de medicamentos supuestamente para poner fin a su sufrimiento, según recoge el diario italiano 'Il Corriere della Sera'.
La Fiscalía de Santa María Capua Vetere investiga ya a otros treinta ancianos a los que cuidó Eutizia para identificar posibles casos adicionales.
El abogado de Eutizia, Gennaro Romano, ha explicado que en la confesión relató que fueron "actos de conciencia". "Está tranquilo en prisión, convencido de que hizo bien en confesar los asesinatos (...). En cualquier caso, sus declaraciones deberán ser verificadas y por eso tenemos plena confianza en el poder judicial", ha indicado.
Eutizia se encuentra actualmente detenido en la prisión de Santa Maria Capua Vetere, donde ontinúa con su tratamiento por las numerosas patologías que padece, desde diabetes hasta cáncer. El próximo lunes será interrogado por la jueza Alessandra Grammatica, que deberá validar la detención ordenada por la Fiscalía.
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