El joven detenido por el asesinato de Mateo, a los agentes: "Ha sido mi otro yo, ha sido mi copia"
El joven detenido por el asesinato de Mateo tiene una discapacidad reconocida del 70 por ciento por un trastorno mental
Los agentes buscan en una acequia el arma que utilizó para apuñalar repetidas veces al niño
El padre del asesino confeso de Mateo, el niño de Mocejón, desconocería lo que había hecho su hijo: "Ha colaborado. Parece ser que está descartado"
El joven detenido por la muerte del pequeño Mateo en el campo de fútbol del polideportivo ‘Ángel Tardío’ de Mocejón tiene una discapacidad reconocida del 70 por ciento por un trastorno mental. En sus primeras conversaciones con los agentes, ha dicho que en realidad quien ha cometido el crimen “ha sido mi otro yo, ha sido mi copia”, según ha podido saber ‘El Periódico de España’.
El detenido, un joven de 20 años, vive en Madrid con su madre y su hermano, un menor de 17 años, pero pasaba unos días en Mocejón con su padre. El domingo, las cámaras del pueblo le captaron sobre las 9:20 horas con la camiseta con la que luego se tapó el rostro para no ser reconocido.
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Los hechos
A las 10:00, el joven habría accedido al campo de fútbol del polideportivo ‘Ángel Tardío’ por un agujero de la alambrada, al igual que dos grupos que habría allí.
El detenido se acercó primero a un grupo de chicos de unos 15 años de edad, pero algo le hizo alejarse y dirigirse hacia Mateo y sus amigos. Dos de los niños se fueron, pero Mateo se entretuvo y el presunto asesino le asestó once puñaladas con un cuchillo que habría cogido en casa de su padre. Después, fue a ducharse a casa de su abuela.
Buscan el arma
Tras su detención y su confesión, efectivos de los GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas) han rastreado una acequia, donde dice que tiró el arma. Aún no la han hallado, si bien es cierto que el lugar tiene mucho lodo y poca agua, lo que dificulta la tarea.
Además, el lunes registraron tanto la casa del padre como de la abuela, adonde los agentes de la Guardia Civil han acudido con el detenido alrededor de las 14 horas para llevar a cabo la inspección del domicilio.
La familia, destrozada
La familia, muy querida en la localidad y que regenta una panadería, está destrozada: no pueden entender este inexplicable crimen, que ha consternado también a todos sus vecinos. Sus amigos y compañeros con los que estaba jugando al fútbol en el momento del ataque también están muy afectados.
Nadie se explica cómo en este pequeño municipio de Toledo, de unos 5.000 habitantes, ha podido ocurrir algo así. Los vecinos coinciden en que se trata de un lugar "muy tranquilo" y que esto "no se lo esperaba nadie".
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