La cuenca del Segura declara la sequía extrema: “La situación es catastrófica”, lamentan agricultores y ganaderos
Los embalses siguen bajando su nivel y en la cuenca del Segura apenas llega al 19%.
“Este año la producción va a ser cero”, lamentan los agricultores, mientras los animales también sufren los estragos de la falta de agua y las altas temperaturas
Tecnología contra la sequía en el campo: "Estoy ahorrando casi la mitad del agua"
Con esperanzas de que el paso de la DANA por la península dé un respiro, los pantanos no dejan de menguar. Han bajado casi un 2% y el nivel medio de los embalses se sitúa en el 53,8%. La situación es especialmente angustiosa en la cuenca del Segura, que ha declarado la sequía extrema porque apenas llegan al 19%, como informan en el vídeo Javier Villanueva, A. Cerezo, y Miriam González.
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La falta de agua ha puesto en serios apuros a los ganaderos y a los agricultores de la Comunidad Valencina, como lamentan ante nuestras cámaras, mostrándonos cómo es su día a día ante la falta de agua.
Con los animales, para muchos los biberones de agua se han convertido en imprescindibles para su supervivencia: “Cuando están cinco horas en el campo, cinco horas que están sin beber”, nos cuenta un ganadero junto a un rebaño de ovejas que ya no encuentra ni una gota de agua cuando sale a pastar.
El campo de Benisa, en el norte de Alicante, está seco, nos explican desde el lugar: “La situación es catastrófica”, denuncian. Y lo mismo sucede en puntos de Castellón: “Este año la producción va a ser cero”, afirman con resignación.
Agricultores y ganaderos, en jaque ante la sequía y las altas temperaturas
Se trata de una crisis con multitud de afectados. Las almazaras seguramente no abran esta temporada, dominada por ramas secas y frutos insignificantes. Es ya el tercer año de sequía y el castigo a los olivos es severo.
Desespera también señalar a lo que fue y lo que es ahora. El 50% de la comarca de Requena-Utiel, en estas circunstancias, se queda en barbecho: “Calores fuera de tiempo… Las altas temperaturas nos están haciendo polvo en la comarca”, lamentan desde la región.
Los almendros tampoco aguantan el estrés hídrico: empiezan a secarse las puntas y, desde ahí, hacia adentro. El sector pide ayudas específicas para paliar la sequía, pero, como las lluvias, no llegan.
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