Alerta en las playas españolas por el pez araña o escorpión: han registrado más de 700 picaduras en Cantabria

Hay una criatura aún más temible para los bañistas de las playas que las medusas, al menos, en las de Cantabria. Es el pez escorpión, pez araña o faneca (Trachinus draco). Su picadura es muy dolorosa. Se produce, por lo general, al pisar uno de estos peces que se esconden bajo la arena en zonas rocosas y clavarse una de las espinas dorsales, inoculando veneno. Se tratan con baños de agua caliente y calmantes.

Solo este año, en las playas cántabras, Cruz Roja ha atendido un total de 702 casos de picadura de pez escorpión frente a los 287 de medusa, es decir, una cifra que multiplica por más de dos a las de aguamalas, según publica 'El Diario Montañés'. Pero. ¿cómo son estos animales y dónde viven?

El pez araña está muy presente en España ya que es común en aguas frías del mar Mediterráneo, mar Cantábrico y este del océano Atlántico. Concretamente, detallan desde la web del Aquarium de Barcelona, viven  en zonas arenosas donde se suelen enterrar para camuflarse.

Cómo es el pez araña o escorpión y qué hacer si nos pica

Tienen el cuerpo alargado y aplanado lateralmente y la boca, que es muy ancha, está orientada hacia arriba. Cuentan con una espina en el opérculo y radios duros y venenosos en la aleta dorsal.

La picadura del pez araña produce un dolor intenso a la zona afectada y en los casos más graves, sudoración, náuseas e infecciones secundarias.

“Suelen estar enterrados en la arena, por lo que no es difícil pisarlo y que nos clave sus 4 espinas de la aleta dorsal en el caso del pez araña, y en el caso de las rayas el aguijón aserrado de su cola”, asegura Beatriz Rodríguez, médico y veterinaria y coordinadora de GRAAN SEMES.

La forma de evitar estos “ataques” es caminar calzado por la orilla, ya que no hay problema en la arena seca.

En el caso de que uno de estos animales nos pique, aconseja primero “retirar el cuerpo extraño” y “para neutralizar su toxina termolábil (neuro y cardiotóxica), debemos introducir el miembro afecto en agua caliente a 45ºC entre 60-90 minutos. En estas lesiones, hay que valorar el estado vacunal del paciente por su efecto potencial tetanígeno”.

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