Los escenarios que se producen en El Puntal, una famosa playa de Santander, sobrepasan los límites. El sábado pasado hasta 5.000 jóvenes se reunieron en un macrobotellón que ha dejado grandes cantidades de basura y que termina por dañar el mar y el espacio natural. El Ayuntamiento de Ribamontán al Mar ha solicitado ayuda a la Guardia Civil para que controlen la situación y no perjudiquen a los veraneantes que llegan para descansar en paz, exigen a los jóvenes que sean más responsables. Informan María Fente y A. Arruabarrena.
El propietario del chiringuito 'El capricho', Julián García, menciona que han "tenido que estar tres horas limpiando la playa después de terminar de trabajar para que al día siguiente la gente que venga lo pueda encontrar un poco limpio y decente". Además, critica que cada vez hay más personas y que esta situación no se puede sostener. Otro propietario del chiringuito 'Tricio', Ricardo Tricio, señala que "las autoridades son las que tienen que tomar medidas, tanto en el mar como en tierra".
Una turista afirma que "la playa está muy sucia" lo que desanima a las miles de personas que cruzan a diario para disfrutar de la costa cantábrica porque lo que menos esperan es encontrarse regueros de residuos en un espacio natural que destaca por su belleza. Otra visitante se queja del ruido y las molestias que provoca este gran botellón, "yo no lo quiero".
El Ayuntamiento de Ribamontán al Mar ha pedido a las autoridades que controlen los botellones que se realizan en esta playa para evitar la contaminación de las aguas próximas y la suciedad. No obstante, este fin de semana ha acudido menos gente y, además, han sido más comedidos con esta actividad. "Si se recoge todo, lo podemos pasar bien", sentencia un joven.
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