Este domingo se cumplen ocho días sin noticias sobre el paradero de Alejandro Martín Ares, el joven peluquero de 34 años que desapareció el pasado 27 de julio en Ponferrada, localidad de la provincia de León. Su familia sigue solicitando la colaboración ciudadana para tratar de dar con él cuanto antes. El tiempo pasa y no saben qué le ha podido ocurrir o dónde puede estar.

La Policía Nacional, en colaboración con otros cuerpos de seguridad, centra su investigación en determinar dónde y cuándo se produjo la última señal del teléfono móvil del joven y en encontrar su coche, que también sigue sin ser localizado (un Audi A3 gris con matrícula LE7876AD). SOS Desaparecidos mantiene vigente la alerta de búsqueda activa en toda España. Se pide atención al caso en todo el territorio nacional, por si algún ciudadano pudiera tener novedades en otra provincia distinta a la de León o en otra comunidad autónoma.

La alerta por la desaparición de Alejandro en redes sociales. Se trata de un caso de una "persona vulnerable":

La noche del 26 al 27 de julio, de viernes a sábado, Alejandro salió de fiesta por el casco antiguo de Ponferrada con dos amigas y un amigo. El joven, conocido en la localidad por regentar la peluquería Fabrik, fue visto en la Sala Tararí y, con posterioridad, en Fanático. Una vez acabó la diversión por varios locales, ya por la mañana, todos decidieron acudir juntos hasta el pantano de Bárcena, ubicado a unos seis kilómetros de distancia (10 minutos en coche), en la zona de Congosto, dentro de la comarca del Bierzo.

Alejandro apenas bebe, tal y como destaca su familia. Aquel día era el encargado de llevar el coche de un lado a otro, mientras estaba con sus amigos. Una vez llegaron al pantano en la mañana del sábado, todos se bañaron y encontraron tranquilidad tras la noche de fiesta. El peluquero, al retomar la marcha, acercó a dos de sus amistades sobre las 15:00 horas hasta un punto cercano del hotel AC, en la avenida de Astorga, y luego a otro amigo a la avenida de Galicia, en la zona de Cuatro Vientos, sobre las 15:10 horas, según recogieron las cámaras de seguridad de varios establecimientos. A partir de ahí, su pista se esfumó.

El joven tenía prisa porque iba a desplazarse hasta Camponaraya, a unos ocho kilómetros de distancia (13 minutos en coche), para celebrar con su familia el 92 cumpleaños de su abuela. Así se lo hizo saber a sus amigos. Sus padres y sus familiares le estaban esperando en un restaurante, era una ocasión muy especial para todos, pero el peluquero no apareció, algo que extrañó a sus seres queridos. Al no tener noticias durante aquella jornada, al día siguiente, el domingo, el círculo íntimo de Alejandro decidió presentar una denuncia.

Alejandro llevaba tiempo con su negocio particular, su peluquería Fabrik, y se encontraba en un buen momento. Sus conocidos aseguran que había tenido alguna situación que le había afectado, pero que no atravesaba un mal momento. Hasta ahora no ha trascendido si los agentes barajan una desparición voluntaria o una involuntaria. Ni tampoco las hipótesis principales sobre lo que pudo suceder. Todo sigue abierto. La familia "ya nota el desgaste", como apuntaron a este medio.

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