La 'quiet ambition', cuando los trabajadores más jóvenes priorizan su vida al éxito laboral

Hablamos de un término, de un concepto de moda entre algunos jóvenes profesionales: lo llaman "ambición silenciosa". Se trata de renunciar al ascenso en el trabajo, de no relacionar el éxito laboral con el éxito en la vida. En fin, una nueva forma de entender el empleo y la existencia frente a un modelo tradicional que, dicen, les desilusiona.

El dilema de vivir para trabajar o trabajar para vivir parece resuelto. La mayoría de los jóvenes buscan trabajo priorizando las facilidades que les pueda aportar. Es la llamada 'quiet ambition', una remodelación del concepto del éxito acuñada por los jóvenes.

Vivir, la prioridad de los jóvenes

Para los jóvenes, la palabra éxito consiste en poder combinar la vida laboral con su vida personal. Es el objetivo de la Generación Z, veinteañeros y treintañeros que se incorporan al mundo laboral y que valoran la posibilidad de crecer dentro de la empresa pero su prioridad es disfrutar de su tiempo libre.

El 55% no quiere verse absorbido por las horas de trabajo y solo un 37% aceptaría el puesto de su jefe. El estrés de un alto cargo no resulta para nada atractivo. Ni siquiera un sueldo mayor.

Los expertos explican que esto tiene que ver con el momento social donde el futuro resulta incierto y, por eso, lleva a los jóvenes a querer vivir el presente.

Este movimiento y este cambio de percepción de vida también ha provocado un cambio en el mundo empresarial para poder retener talento de sus trabajadores. Es decir, los empresarios se ve obligados a encajarlos objetivos de su compañía con las ambiciones que tienen sus trabajadores más jóvenes.

Trabajadores más jóvenes para quienes vivir es una prioridad.

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