Cómo afrontan el verano las personas más vulnerables: consejos para ayudarles
El programa 'Mi casa' consigue alojamientos especiales con todo tipo de profesionales para que las personas con discapacidad disfruten del verano
Muchas personas mayores se quedan solas en verano y tienden a aislarse en sus casas, lo que aumenta el riesgo por calor
Las residencias de mayores cuentan con unos protocolos para que el calor sofocante no impacte de manera negativa en la salud de los residentes
Llega el verano y con él, llegan las temperaturas extremas donde el calor agrava la situación de vulnerabilidad de muchas personas, como es el caso de Blanca, Pedro, Rafael y Sergio, cuatro jóvenes con distintas discapacidades que pertenecen al programa ‘Mi casa’, un plan de Inclusión por el que comparten piso y en verano, deciden irse de casa rural con todo tipo de atención.
Existen varios alojamientos en muchas regiones que trabajan con este programa por el que, muchos profesionales ofrecen todo tipo de servicio y apoyo a los clientes con discapacidad que quieren disfrutar de su periodo vacacional de una manera segura.
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Las personas mayores también son grupos vulnerables en esta época del año, especialmente cuando se encuentran solas, ya que muchos de sus familiares deciden irse unos días fuera. Como vecinos o personas cercanas a ellos, será bueno estar, en la medida de lo posible, pendientes a ellos. Con tan solo dedicar unos minutos al día para preguntar si están bien, si necesitan algo o si han bebido agua, bastaría para asegurar que esa persona está en condiciones favorables.
Las personas vulnerables necesitan una atención especializada en verano
Desde Cruz Roja han creado las ‘Agendas de ola de calor’, unas lisas que aparecen los nombres de las personas más vulnerables a las que prestar una atención más especializada a través de llamadas telefónicas para, recurrentemente, indicarles pautas que evitan los efectos negativos del calor sobre la salud humana.
La última Encuesta de Condiciones de Vida publicada por el INE reflejó el importante ascenso por cuarto año consecutivo del número de personas que no pueden mantener una temperatura adecuada en su hogar, una de cada cinco personas en España (el 20,7 %).
Por ello, las residencias de mayores también han activado los planes y protocolos de protección a los mayores y personas con discapacidad de cara al verano y el calor. Algunas de las medidas que se establecen en estos protocolos son que la temperatura de los centros que no exceda los 26 grados, ventilación a primera hora y por la noche del edificio, ropa de algodón ligera y holgada o menús más frescos.
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