Fue en los años 70 cuando salió el arcoíris para representar a todo el colectivo LGBTIQ+. El activista Harvey Milk se la encargó a su amigo Gilbert Baker para expresar, en palabras de Baker, "la alegría, belleza y poder" del colectivo.
Hasta entonces solo había un triángulo rosa, un distintivo que se utilizaba en los campos de concentración nazis para los homosexuales. Entonces se decidió cambiar el símbolo a uno positivo que no recordara aquella tragedia.
La bandera arcoíris está compuesta de seis colores y cada uno de ellos tiene su significado. El rojo representa la vida, el naranja la curación, el amarillo es la luz del sol, el verde la naturaleza, el azul la armonía y el morado la espiritualidad.
Sin embargo, ahora no solo impera la bandera arcoíris, si no que está acompañada de otros colores. Por un lado la lésbica, con tonos rosas, naranjas y blancos; la bisexual (morado, rosa y azul), la trans (azul, rosa y blanco) y no binario (amarillo, blanco, negra y morada).
Y es que al igual que se van sumando siglas, se suman banderas, ya que el mundo no es en blanco y negro. El mundo es multicolor.
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