El incomprendido y silencioso duelo tras la muerte de una mascota: "Falta mucha sensibilización"

Ernets Montage dijo que los perros nunca mueren, sino que "duermen junto al corazón de sus dueños" y por eso les pesa tanto el pecho tras su pérdida. Este autor no podía concebir un mundo tan cruel en el que seres que ofrecen amor tan incondicional como el de las mascotas, acabaran desapareciendo a los pocos años de conocerles. Por eso, según su versión, que bajo su punto de vista, debería "enseñarse en las universidades", asegura que los perros no pueden morir "porque no saben hacerlo". Y, lo que hacen es quedarse meneando la cola en el corazón de sus humanos padres, aunque eso les haga echarse a llorar de vez en cuando. Por la molestia.

Su texto no es solo un texto, sino un lugar donde todos los propietarios que hayan perdido a una mascota pueden encontrar consuelo. Y lo hallan ahí porque fuera, en las conversaciones diarias, los corrillos del trabajo o el frenesí de las responsabilidades, no siempre se comprende que alguien pueda sufrir tanto por la pérdida de un 'simple perro'. O un gato, pájaro o ratón. Sin embargo, en una conversación son Susana Claramunt, dueña de la Clínica Veterinaria Animansión, nos damos cuenta de que todos los dueños que verdaderamente quieren a sus animales, cuando se mueren, pasan por el mismo proceso de dolor. Y eso será por algo.

Las mascotas también sufren la pérdida de sus 'hermanos'

"Hay mucha falta de sensibilización con el tema de los animales todavía. La gente tiene que entender que la concepción que se tiene de los animales ha cambiado. Ya no son seres que vivan en el exterior o que ayuden en las labores del campo. Las mascotas que viven con nosotros, son parte de nuestras familias. De hecho, para muchos de mis clientes, sus perros y sus gatos, son su única familia. Para mi incluso, sin ir más lejos. Yo tuve un perro que falleció con 7 años y lo pasé muy mal. Yo misma tuve que darle la eutanasia", recuerda, visiblemente emocionada.

"Transmitirle a un propietario que ha entrado en la consulta que su mascota va a morir es algo muy duro"- continúa. "Hay veces que no tienen mucho tiempo para asimilarlo. Y ese shock es similar al de la inminencia de cualquier otra muerte", afirma.

Tras el fallecimiento en sí comienza, por tanto, un proceso de duelo que, si bien es comprendido por la lógica del pensamiento, no es igual a nivel de la emoción. Los cuidados que necesita una mascota generan una serie de hábitos de diarios que se pierden de golpe, por nohablar de la compañía que les hacen a sus dueños y al resto de las mascotas con las que conviven dentro de la misma casa. Por ello, es necesario dar "espacio al dolor, comentarlo en voz alta y sin tabúes, realizar los rituales que se quieran en torno a la muerte del animal y cuidar doblemente del resto de las mascotas que permanecen" tal y como recomienda el gabinete psicológico Psicalma.

Uno de esos rituales básicos es la incineración o enterramiento del animal, según las preferencias de cada familia. Y, en torno a esta decisión, el Ayuntamiento de Málaga ha dado un paso gigante en pro de esa sensibilización todavía ausente, que ahora comienza a estar abalada. La ciudad andaluza ha inaugurado por fin el primer cementerio público de mascotas de toda España; un lugar no sólo para depositar y velar el cuerpo de la mascota, sino donde los dueños encontrarán múltiples servicios, como la atención psicológica, la gestión de trámites o la celebración de funerales.

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