Las apariciones de tiburones en las costas españolas están siendo cada vez más comunes. El último avistamiento se produjo el pasado fin de semana en aguas canarias donde tres tiburones sembraron el pánico entre los bañistas. Pero, además de Canarias, en los últimos meses también han aparecido en aguas de Atleta, donde se encontró un escualo de casi 5 metros y en Ibiza, donde en tan solo una semana se pudieron ver hasta cinco.

A pesar de que se mantiene activo un dispositivo de vigilancia con drones de la Policía Local de Gran Canaria que periódicamente hace un vuelo de reconocimiento por si se avistan tiburones, los expertos aseguran que es habitual que esto pase en Canarias, aunque no es tan habitual que se acerquen tanto a la orilla.

Para tranquilidad de la población, los expertos aseguran que este tipo de animales no son una amenaza para el ser humano, los tiburones martillo son “una especia nada agresiva con las personas”, explican desde Canarias.

Son varios los estudios del comportamiento de los escualos que llevan a la conclusión de que varias especies de tiburones se están acostumbrando cada vez más a la presencia humana, por lo que acudir a la orilla para cazar alguna de sus presas les resulta cada vez menos difícil.

El ruido y las luces comienzan a no ser amenazantes para tiburones como el martillo si a cambio se encuentran abundancia de alimentos y facilidad de capturarlos.

Científicos marinos han demostrado por primera vez que los grandes tiburones blancos juveniles seleccionan aguas cálidas y poco profundas para agruparse a un kilómetro de la costa.

Estos resultados, publicados en 'Frontiers in Marine Science', son importantes para la conservación de los grandes tiburones blancos (especialmente a medida que aumentan las temperaturas del océano debido al cambio climático) y para proteger al público de encuentros negativos con tiburones.

Las crías de gran tiburón blanco no reciben ningún cuidado materno después del nacimiento. En la población estudiada frente a Padaro Beach, cerca de Santa Bárbara, en el centro de California, los cachorros y los juveniles se reúnen en "guarderías", sin la compañía de los adultos.

Lo que los investigadores aún no saben es qué beneficios obtienen los cachorros y los jóvenes al reunirse en guarderías. Una ventaja podría ser evitar a los depredadores. "Nuestros resultados muestran que la temperatura del agua es un factor clave que atrae a los juveniles al área estudiada. Sin embargo, hay muchos lugares a lo largo de la costa de California que comparten condiciones ambientales similares, por lo que la temperatura no es toda la historia.

 A pesar de la mala fama y el miedo que provocan, los ataques de tiburón provocados al año apenas llegan a 100 en todo el mundo y  la probabilidad de morir en estos ataques son de 1 entre 264,5 millones.

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