La Dirección General de Tráfico tienen un objetivo claro para este verano: reducir el número de muertes y siniestros viales en las principales carreteras de España. Por ello, han implantado numerosos radares y cámaras de seguridad.
Actualmente, existen un total de 780 radares fijos, 545 móviles, 92 velocímetros de tramo, 12 helicópteros, 39 drones, 15 furgonetas camufladas y 232 cámaras de vigilancia que alertan diferentes infracciones, como la no utilización del cinturón de seguridad.
Los radares anteriores multaban al usuario si superaba un margen de 5-7 kilómetros por hora con respecto al límite fijado en la carretera. Gracias a la exactitud de los nuevos velocímetros, esta cifra ha sido modificada y se ha transformado en la ‘regla del 3 y 5’. A partir de junio, para los radares fijos y las vías donde la velocidad máxima no supere los 100 km/h, el error máximo permitido será de 3 km/h y si supera los 100, este margen se transformará en el 3% del límite de velocidad.
En los radares móviles, el margen también variará en 5 kilómetros por hora en tramos de calzadas que no superen los 100 km/h, mientras que en puntos de mayor velocidad será del 5% de ese limite establecido en cada caso.
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