La Guardia Civil ha realizado 82 detenciones en el mes de mayo relacionadas con el robo de cobre. Antes de la pandemia, se registraron un total de 2.367 en 2019 mientras que el pasado año se registraron 4.053 robos en total, un 71%.
Los investigadores han constatado en estas infracciones penales un “modus operandi” dividido en cuatro fases diferentes: la primera fase, consiste en localizar la zona y tratar de que el lugar en el que se va a realizar el robo sea lo más segura posible para estos delincuentes; en la segunda fase pasan a la extracción del cable, la cual se suele realizar durante el día; la limpieza del mismo sería la tercera fase, que se realiza una vez fuera del lugar del delito, especialmente se suele hacer en las chatarrería por que suelen ser las receptoras de la mercancía: y la última fase consistiría en la venta y comercialización ilegal.
Los agentes han hecho un llamamiento para que se denuncien las sustracciones de cable de cobre para aportar la máxima información posible. Por el momento, han determinado que las personas que suelen encargarse de estos robos son de origen español y rumano, y que suelen formar parte de grupos criminales que no siempre están estructurados. La Guardia Civil ha detectado un incremento de robos en Andalucía, Castilla-La Mancha y Comunidad de Madrid. Y es que, en términos absolutos, son las regiones que acumulan más hechos delictivos.
Actualmente, el precio legal de la tonelada es de en torno a los 8.800 euros. Las ganancias de los "malos" llegan a ser millonarias, como ha comprobado la Guardia Civil en muchas de sus investigaciones.
Una de las mayores operaciones que se ha llevado a cabo en España fue la ‘Filium Ou’ desarrollada por la Guardia Civil de Ourense a finales del pasado año y en la que se detuvo a siete personas, todas ellas de nacionalidad española que habían perpetrado 57 sustracciones. Las fuentes de la UTPJ destacan la colaboración y el intercambio de información constante que hubo con Portugal y con Europol, que coordinó toda la operación.
Otra operación, más reciente, llamada 'Ascia' supuso el desmantelamiento por el instituto armado de una red dedicada al robo de cable de cobre en Ávila, Valladolid, Córdoba y Sevilla. Se detuvo a 36 personas y otras 6 fueron investigadas después de robar un total de 34.215 metros, valorados en dos millones de euros, de los que se recuperaron 13 toneladas.
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