Tienen edades muy dispares. 59, 10 y 22 años, pero los tres saben lo que supone sobrevivir al cáncer. A los 6 meses Isabel Guerrero fue diagnosticada de leucemia mieloblástica aguda. Su situación era extrema y recibió un trasplante de médula de su padre. La llamaron la "niña milagro" porque hace una década era la primera con esa gravedad en curarse. Este mes cumple 10 años desde su diagnóstico y podrá considerarse oficialmente curada.

"No quiero pensar que fue la niña milagro, yo creo que es la niña ciencia. Y viéndola aquí, curada, sana..., soy el hombre más feliz del mundo", nos cuenta su padre Daniel Guerrero, patrono de la Fundación CRIS contra el cáncer .

Esta Fundación, sin ánimo de lucro, se dedica desde 2010 a la investigación de tratamientos pioneros contra el cáncer. Financia, gracias a donaciones de la sociedad, programas de investigación para pacientes que no responden a tratamientos convencionales. Han desarrollado 492 ensayos clínicos y han apoyado a 300 científicos de 80 instituciones y 16 países. Tienen unidades en hospitales públicos como el de La Paz, en Madrid.

La investigación es crucial en la lucha contra el cáncer. Desde los años 80 la supervivencia en España se ha doblado y es de un 58 por ciento, según el informe anual de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Puede no parecer mucho, pero es un dato que agrupa todos los tipos de cáncer. Hay algunos con un 90 por ciento de supervivencia como el de próstata o el de mama. Pero aún queda mucho por hacer en otros tipos con tasas muy bajas de supervivencia, como el de páncreas o pulmón.

Por eso Jaime ha decidido estudiar Medicina. "Para aportar mi granito de arena", asegura. Tuvo una leucemia de pequeño y recayó en 2020, cuando tenía 18 años. Recibió quimioterapia y un trasplante de médula. Además, recibe un tratamiento inmunosupresor, gracias a un ensayo clínico. "Todos somos supervivientes", dice sonriendo.

Juancho Escudero, abogado de 59 años, lleva 3 luchando contra la enfermedad. Fue diagnosticado de cáncer de adenocarcinoma de próstata metastásico. Lo diagnosticaron en 2021 después de 3 meses con dolores de espalda, como una especie de ciática. A través de una resonancia vieron masas blandas en la base de la columna, repitieron la resonancia de toda la columna y vieron que estaba llena de tumores. Finalmente vieron que era de próstata, un cáncer muy agresivo y le dijeron que se preparará para lo peor. Recibió quimio, radio e inmunoterapia y tiene un tratamiento pautado de por vida. Gracias a él ha eliminado las metástasis pero le han quedado los huesos de cristal. A pesar de todo no ha dejado de trabajar nunca, actualmente sigue con controles y su cáncer sigue siendo incurable pero no pierde la esperanza ni las ganas de vivir. Su deseo es tener tiempo para que la investigación encuentre una cura a su cáncer.

"Hace 3 años que no me enfado...No quiero perder el tiempo". Me despido emocionada con tantas ganas de vivir y hasta se disculpa por eso. "No se sabe cuánto puedo vivir, pero pase lo que pase en el siguiente round yo ya he ganado. Esta historia tiene un final precioso", asegura Juancho, un superviviente de los de verdad.

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