El Centro Reina Sofía de Fad Juventud y el Observatorio de la Juventud en Iberoamérica de la Fundación SM ha presentado en el Colegio Nuestra Señora del recuerdo un estudio que destaca los esfuerzos de la juventud por superar estereotipos de género y fomentar relaciones amistosas más empáticas y auténticas entre diferentes géneros.

El estudio ha querido resaltar la importancia que tienen los amigos como referente esencial fuera de la familia, es decir, cómo las amistades pueden influir en la conducta de los jóvenes. La amistad es uno de los pilares fundamentales en la adolescencia ya que proporciona una sensación de unidad y un gran sentimiento de valoración y pertenencia. Además, una amistad contribuye a forjar ciertos valores fundamentales para la vida en sociedad, tales como la integración, la empatía, la lealtad, la confianza y el respeto.

Actualmente, uno de los grandes condicionantes que definen las relaciones hoy en día, son las redes sociales. A través de ellas, los adolescentes crean sus lazos de amistad, pero no para todos resulta tan fácil, por lo que muchas personas pueden llegar a desarrollar durante esta etapa, ciertos desequilibrios personales. La repercusión que tiene sobre el desarrollo de su personalidad es de gran importancia porque puede afectar a diversos aspectos cotidianos, ya sea en la rutina o la forma de abordar la vida en general.

La investigación, ha definido la amistad como una forma en la que los jóvenes buscan el apoyo incondicional y la comprensión mutua. En el estudio participaron un total de 40 jóvenes los cuales destacaron la importancia de la sinceridad, la confianza y la reciprocidad en la formación de relaciones duraderas.

Cabe recordar, que la pandemia de 2020 fue un reto muy duro para las amistades. Muchos pudieron seguir teniendo contacto a través de las interacciones online. Las redes sociales contribuyeron a que los jóvenes se sintiesen menos aislados desde su casa, proporcionando un equilibrio fundamental en ellos.

Uno de los principales desafíos que enfrenta la juventud en el contexto digital es la gestión del tiempo de respuesta. Ante la presión por responder de forma inmediata, muchos y muchas jóvenes están estableciendo límites claros y aprendiendo a priorizar interacciones significativas sobre la rapidez, reduciendo así la ansiedad asociada a una comunicación constante.

La comunicación emocional efectiva es otro aspecto que plantea desafíos en el entorno digital. En respuesta a la ausencia de señales no verbales en la comunicación digital, los y las jóvenes utilizan emojis, GIFs y otros elementos visuales para añadir una dimensión emocional a sus conversaciones, lo que ayuda a prevenir malentendidos y enriquecer la interacción.

La desconexión voluntaria se está convirtiendo en una declaración de autonomía y salud mental. Elegir cuándo y cómo desconectarse está siendo reconocido como una habilidad esencial para mantener relaciones saludables y duraderas, fomentando así la independencia personal y el respeto mutuo entre amistades.

Por otro lado, el estudio también valoró cómo sufren los jóvenes el impacto de una ruptura de las amistades. Desde un discurso general, se percibe una tendencia a transformar la resignación (la amistad se termina) en aprendizaje, por la vía de blindarse rebajando las expectativas. Pero es evidente que por el camino de la resignación y la reducción de expectativas (¿y de ilusiones?) no se neutralizan o manejan adecuadamente algunas emociones y sentimientos, como la posible sensación de culpabilidad por no haber sabido conservar algo que teóricamente era ideal, y que es uno de los escasos bastiones que existen. Los expertos han determinado que socialmente no se educa para la pérdida de la amistad, ni para afrontar el duelo correspondiente. Se ha demostrado que de las rupturas de carácter amoroso se habla.

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