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El español Ramón Bellmás, de 63 años y natural de Girona, fallecido en el atentado de Afganistán, era un ingeniero jubilado que había trabajado en la empresa química Covestro, en su planta de Tarragona, han informado a EFE fuentes próximas a la víctima.
En el ataque, ocurrido en la tarde del viernes, fallecieron también las farmacéuticas Susana Vilar Bühler y su hija Elena Schröder Vilar, quienes regentaban farmacias en las estación de tren de Sants, en Barcelona, y en Las Arenas, en Terrassa (Barcelona), respectivamente.
El ingeniero R.B.R. fue responsable de calidad de Seguridad y Medio Ambiente en la citada empresa.
Diplomáticos españoles continúan este domingo su trabajo para conseguir la repatriación desde Afganistán de los cuerpos de las tres víctimas catalanas, la mujer española que resultó herida grave en el atentado, que permanece ingresada en un hospital en Kabul, y los dos turistas españoles que resultaron ilesos en el ataque.
Susana y Elena, madre e hija, son las otras dos fallecidas en el del centro de Afganistán. Madre e hija eran muy conocidas en el sector farmacéutico de Cataluña, y además eran muy activas en redes sociales, donde a través de los perfiles de sus farmacias compartían todo tipo de información didáctica sobre enfermedades y recomendaciones.
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