Ana Redondo, ministra de Igualdad: "Niego que la prostitución sea un trabajo. Las mujeres no somos objetos de consumo"

El Congreso debate este martes la toma en consideración de la ley contra el proxenetismo, que sería el primer paso para abolir la prostitución en España. Aunque lograrla será complicado porque el PSOE no cuenta con el apoyo de sus socios de gobierno, partidarios de la regulación. Los socialistas necesitan apoyo suficiente para lograr la reforma del articulo 187 del Código Penal.

La nueva ley propone sancionar a los clientes con multas de 12 a 24 meses. Además, castigaría con penas de 2 a 4 años de cárcel para quienes les alquilen pisos o habitaciones para ejercer la prostitución, la llamada tercería locativa. La proposición considera a todas las mujeres víctimas, incluso si aseguran ejercer la prostitución voluntariamente.

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, cree que se logrará la abolición en España durante esta legislatura. Para Igualdad el 95% de ellas son coaccionadas por las mafias. Como María, venezolana. Ella acabó en un club de Sevilla. La red que lo regentaba le quitó el pasaporte. Cuenta su infierno y el de sus compañeras. A una de ellas la obligaron a estar con cuatro hombres a la vez. Les prohibían salir, un chófer las llevaba al supermercado unos minutos y bajo vigilancia. Ella sólo estuvo cautiva dos meses, sus compañeras diez, el tiempo q llevaba la organización que desarticularon. El día de la detención todas decían "estamos bien, estamos aquí porque queremos". Eran presas del miedo, asegura.

En el extremo opuesto están las mujeres que defienden su derecho a ser trabajadoras del sexo. Como Rebeca. Es española, tiene 52 años y tanto su marido como sus hijas saben que se dedica a la prostitución a la que llegó cuando la familia se arruinó. "¿Tú lo consideras un trabajo? Claro, es mi trabajo", afirma.

El resto de chicas con las que hablamos en un hotel de contactos de Madrid aseguran que lo hacen libremente. El dueño cuenta que cobra las habitaciones por horas y el dinero que sacan las mujeres, es de ellas. Si la nueva ley saliera adelante, le caerían de 2 a 4 años de cárcel, a pesar de que las mujeres trabajen en su hotel libremente. Él está convencido de que esta ley aumentaría la inseguridad y la clandestinidad en la que trabajan, como afirma que ha ocurrido en países abolicionistas como Francia.

El debate divide a partidos, asociaciones feministas y a Europa. La prohiben países como Suecia o Francia, otros como Alemania u Holanda la han regulado y es alegal en Italia y España.

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