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El juzgado de instrucción de Cartagena (Murcia) que investiga la muerte de Sara Gómez en enero de 2022 en el hospital local Santa Lucía tras haber sido sometida un mes antes a una lipoescultura en otra clínica privada, ha citado como investigados a 14 médicos del centro público, que se unen a los cuatro imputados hace poco más de un mes.
En una providencia que acaba de ser notificada a las partes y a la que ha tenido acceso Efe, el juzgado cita para el 7 de junio a siete de ellos y una semana después al resto.
Esta nueva ronda de declaraciones, que atiende la petición hecha tiempo atrás por Pablo Martínez, el abogado defensor del cirujano que practicó la operación, trata de determinar si la actuación médica prestada en el hospital fue la adecuada y si pudo haberse salvado la vida de la paciente, ya que la autopsia señala que existió una demora en la atención asistencial.
Añade que habría sido aconsejable realizar una laparotomía -apertura de la cavidad abdominal- a la llegada de la mujer para detectar de forma precoz la infección que luego se comprobó que sufría y que acabó con su vida.
Indica que el retraso de cinco días en la primera intervención quirúrgica practicada en el centro público condujo a una peritonitis y a todas las consecuencias que era previsible que ocurrieran y que no fueron tenidas en cuenta en el momento de su ingreso “a pesar de los datos clínicos y de la tomografía axial computerizada que ya informaba de ello”.
En esta causa judicial, que se tramita por un presunto delito de homicidio por imprudencia, figuran como investigados desde el primer momento el cirujano que realizó la lipoescultura y el anestesista que intervino en ella, a los que se han unido después los 18 médicos que en algún momento asistieron a la mujer en el hospital público.
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