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Ana Julia Quezada, la asesina de Gabriel Cruz, ha sido trasladada preventivamente a un módulo de aislamiento en el centro penitenciario de Brieva (Ávila), donde cumple su pena de prisión permanente revisable. Antes de este movimiento, varios funcionarios de la prisión entraron en su celda para hacerle un cacheo y registro en busca de un móvil que no lograron encontrar. Interior investiga si grababa sin permiso un documental que narra las circunstancias del asesinato.
El traslado se produce después que Patricia Ramírez, la madre del niño, denunciase "irregularidades" que se habrían producido en el interior de la prisión. A través de una "fuente directa" supo que Ana Julia Quezada tendría acceso a un teléfono móvil mediante el cual poder grabar imágenes y audios, tal como denunció el sábado en una concentración que tuvo lugar en el espacio de 'La Ballena', junto a la playa de las Almadrabillas.
La concentración, en la que se gritaron consignas como 'Nuestros peces no se venden' o 'No es una serie, es nuestra vida', llegó a reunir a unas 700 personas que pidieron que se paralice la producción y emisión de un documental o 'true crimen' sobre el caso de Gabriel Cruz que contaría con el testimonio de la asesina.
Patricia Ramírez explicó en que la serie o documental estaría gestionado por la misma productora audiovisual que hace tres años, y con la supuesta contribución del abogado de Ana Julia Quezada, el letrado Esteban Hernández-Thiel, ya le ofreció grabar un 'true crimen' sobre el caso de su hijo, a lo que se negaron dado su rechazo a "lucrarse" con la imagen de su pequeño.
“Se la estaba entrevistando para realizar un documental, gestionado por la misma productora que nos vino a ver hace tres años” Jamás me podía imaginar, me da igual si hubiese sido legal y le hubiesen dado un permiso para pagar la responsabilidad civil que tiene como si lo ha hecho de manera ilegal, que cualquier medio de comunicación se dignase a darle voz a la asesina de mi hijo”, denunció.
"También hemos tenido conocimiento en estas dos últimas semanas de que varios periodistas han podido acceder a ella e incluso hacerle las 'preview' para terminar con esta pieza", lamentó Patricia Rodríguez, afeando que "cualquier medio de comunicación se dignase a darle voz a la asesina" de Gabriel Cruz, más aún si existe una contraprestación económica pese a que ello sea excusa para abonar la responsabilidad civil a la que fue condenada, y que asciende a medio millón de euros.
En todo caso, y tras manifestar no estar en contra de los 'show crimes' de forma general, reivindicó su papel de madre para decidir si la imagen y recuerdo de su hijo puede ser utilizado para un nuevo producto audiovisual. "No nos merecemos primero que esta mujer se salte las normas dentro de prisión y segundo, que alguien le ponga un micrófono, ya sea con consentimiento o sin él", expresó.
Además, insistió en que "jamás hemos querido que Gabriel fuera objeto de venta o de mercadeo”. "Pedimos retirarnos en paz, en la intimidad, para intentar reconstruir nuestras vidas y buscar un nuevo sentido para vivir", imploró.
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