El exalcalde de Marbella, Julián Muñoz que fue condenado a prisión por múltiples delitos de corrupción ha sido eximido por la Audiencia Nacional de su libertad condicional por lo que no tendrá que realizar más trabajos voluntarios, los cuales llevaban desempeñando desde el año 2021.
El auto del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional ha argumentado que le exime del voluntariado ya que la actividad puede resultar gravosa y le anima a centrarse con mayor fuerza en el cuidado de su salud, según informa “El Confidencial”.
En 2021, Jesús Gil, hombre de confianza de Julián Muñoz, consiguió su libertad condicional quince años después de su arresto por el caso malaya. Desde hace muchos años, el político fue punto de mira, tanto por ser uno de los protagonistas de la trama corrupta en el ayuntamiento malagueño, como por su noviazgo con la tonadillera, Isabel Pantoja. Actualmente se ha conocido que padece una enfermedad grave e incurable la cual ha hecho que la Audiencia Nacional le permita terminar su voluntariado en la Iglesia Virgen Madre de Nueva Andalucía. Allí realizaba tareas de jardinería y ayudaba con el archivo parroquial y en el club de fútbol de alevines.
A partir de los informes de evolución del estado de salud del interno que han proporcionado los propios médicos, la Fiscalía ha apoyado la decisión del juez José Luis Castro. Además, desde la Audiencia han destacado que la conducta del exalcalde ha sido correcta durante el tiempo que ha gozado de libertad condicional.
La primera vez que consiguió el tercer grado fue en 2008 cuando tan solo llevaba dos años y tres meses en la cárcel, La Audiencia Provincial de Málaga le revocó esta condición de semilibertad en 2013 ya que fue condenado de nuevo a siete años de prisión por el caso “Minutas”. En marzo de 2016, volvió a conseguir el tercer grado en la Audiencia Provincial alegando que padecía una enfermedad muy grave, lo cual le hizo pasar a depender del Centro de Inserción Social hasta que en febrero de 2017 consiguió someterse a una pulsera telemática y seguir cumpliendo condena en su casa. Sin embargo, volvió a perder este privilegio ya que en 2018 se difundió unas imágenes suyas en las que se le veía bailando unas sevillanas de madrugada en una discoteca.
A partir de este año, el Tribunal Supremo confirmó de nuevo una condena, esta vez de un año, u mes y 15 días por los delitos de fraude y prevaricación urbanística derivados de la firma de varios convenios con una promotora de construcción. Pero en el año 2021 se benefició así del artículo 196.2 del Reglamento Penitenciario que prevé la libertad condicional para los septuagenarios que, sin necesidad de haber cumplido las tres partes de su condena, sufran “padecimientos incurables”.
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