Cuatro años más tarde vuelve la polémica por las famosas ‘antisexo’ que los Juegos Olímpicos de Tokio estrenaron en las habitaciones de los atletas. Se trataba de camas ecológicas fabricadas con cartón que se suponían no resistirían un ajetreado encuentro sexual.
Ahora es en la Villa Olímpica de los Juegos de París en los que han vuelto a utilizarse estos elementos en las habitaciones de los deportistas. Los responsables de la organización han defendido el uso de este tipo de mobiliario ya que es capaz de resistir hasta doscientos kilos de peso.
La empresa que fabricas estas camas de cartón, Airweave, asegura que tiene contradas más de 16.000 unidades, de las cuales 12.000 serán usadas por los atletas y el resto, por los periodistas desplazados hasta la capital gala para cubrir los Juegos Olímpicos 2024.
Pero volviendo a la dudad inicial, ¿aguantan estas camas de cartón la pasión amorosa? La respuesta la dio en directo hace cuatro años uno de los atletas irlandeses desplazados hasta Tokio quien aseguró con un vídeo en sus redes sociales que este mobiliario era capaz de eso y de más. Y lo hizo dando saltos sobre la estructura de cartón sin que esta cediese lo más mínimo.
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