Termina en Tailandia el juicio contra Daniel Sancho por la muerte de Edwin Arrieta. Un día en el que, gracias al programa 'Vamos A Ver', se ha podido ver una imagen inédita del español: el momento en el que Daniel Sancho atravesaba la puerta de la prisión de Koh Samui para asistir al juicio. Va engrilletado. Cadenas en los pies que también esposan las manos. Sujeciones que no le han quitado a Sancho en cada una de las sesiones a lo largo de un mes de juicio, lo que le ha causado lesiones, como ha informado Malena Guerra.
Esta la última vez que lo veamos hasta agosto porque ya ha acabado el juicio y no habrá veredicto, ya ha avisado el juez hasta finales de verano. Hoy ha sido el último turno de palabra para Daniel Sancho que ha utilizado para pedir perdón a la familia de la víctima.
Durante el juicio se ha podido ver a Daniel a través de los cristales del furgón policial. Casi un mes recorriendo los cuatro minutos de la cárcel a la Corte. Sus padres cada día apoyándole, por separado.
Daniel Sancho ha estado muy activo y ha hecho preguntas a los testigos, pero ninguno era presencial. Por eso, sin causa de la muerte determinada al faltar el tórax, su declaración ha sido fundamental. Daniel solo ha mostrado debilidad tras la penúltima jornada de diez horas.
Su defensa pretendía demostrar que no había plan para matar a Edwin Arrieta ni fecha para el billete de vuelta. Los cuchillos y la segunda habitación alquilada, la del crimen, eran para hacer sus vídeos de cocina. La sierra para cortar cocos. Su estrategia ha sido la de dar una imagen de víctima de un intento de agresión sexual y llevar un forense que explicó el golpe que tiene Edwin Arrieta en la cabeza era compatible con la caída durante una pelea.
El fiscal, duro incisivo planteó las contradicciones y una pregunta; si fue un accidente por qué esperó una hora antes de descuartizar el cuerpo y no fue a la Policía voluntariamente. Daniel Sancho insiste en que el shock lo paralizó. Para explicar ese miedo insuperable han llevado a un psicólogo.
La familia Arrieta creen que el viaje era una trampa para matar a Edwin después de haberle sacado dinero para montar un negocio. Por eso, la defensa de la familia asegura que en el crimen hubo premeditación. Petición que a Daniel Sancho le costaría la cadena perpetua.
Por su parte, Daniel Sancho ha peleado por el homicidio imprudente que le llevaría a prisión un máximo de ocho años. El doloso aun le costaría de 15 a 20 años.
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