Este sábado, 27 de abril, se cumplen tres años del secuestro y el asesinato de Anna y Olivia, las niñas de Tenerife a las que arrebató la vida sin ningún escrúpulo su padre, Tomás Gimeno, en 2021. Junto al caso de Ruth y José Bretón, se trata de uno de los casos de violencia vicaria más atroces de la historia de España, una lacra que este año ha registrado sus datos más mortíferos (ya van siete niños asesinados por sus progenitores este 2024).
Beatriz Zimmermann, la madre de las dos pequeñas canarias, tal y como ha podido saber en exclusiva la web de Informativos Telecinco esta semana, "se encuentra bien y en paz, con la espiritualidad que siempre le ha caracterizado".
En este tercer aniversario, una fecha dolorosa tanto para ella como para el país, Beatriz prefiere mantenerse alejada de los focos. Ahora disfruta de su vida junto a Eric Domb, su marido, quien le apoyó en sus momentos más duros, y de Elsa, su tercera hija, cuyo nombre desveló en primicia a este medio hace dos años. Un nombre muy especial, ya que fue elegido por ser el personaje favorito de la película 'Frozen' de Anna y Olivia.
El caso de las niñas de Tenerife pone de manifiesto la crueldad de la violencia vicaria. El martes 27 de abril de 2021, por la tarde, Tomás Antonio Gimeno -nombre de pila- no devolvió a Anna y Olivia, de uno y seis años de edad respectivamente, a la hora acordada y avisó por teléfono a su expareja, Beatriz, de que no las volvería a ver, ni a él tampoco. La Guardia Civil calificó la desaparición de "alto riesgo" y comenzaron las investigaciones en Santa Cruz de Tenerife. España, entonces, se manifestó consternada por la noticia.
Los investigadores comprobaron que Tomás Gimeno se desplazó hasta el puerto de la Marina de Tenerife, donde descargó en su barco varias bolsas de deporte y zarpó pasada la medianoche del martes al miércoles.
Los agentes realizaron batidas y barajaron varias hipótesis, pero el 10 de junio de 2021, 44 días después de la desaparición de las niñas, fue hallado el cuerpo sin vida de Olivia en el lecho marino, a unos 1.000 metros de profundidad. Las autoridades determinaron que el padre asesinó a sus dos hijas, se deshizo de ellas y luego se suicidó. Un crimen para el que no hay palabras. El caso causó un enorme impacto en el país e incluso el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, envió sus muestras de condolencias a Beatriz.
La población siempre recordó con amor a Anna y Olivia. Numerosas personas publicaron en redes sociales dibujos en su memoria, y manifestaron su apoyo incondicional a Beatriz, de quien destacaron su enorme coraje, fortaleza y pundonor. Las niñas de Tenerife cuentan con una escultura en su memoria, obra de Julio Nieto, que se inauguró en octubre de 2022 en las inmediaciones de la plaza de España de Santa Cruz de Tenerife y que contó con la presencia de la madre en el acto oficial de presentación.
En aquel momento de recuerdo, Beatriz no pudo contener las lágrimas ni los gestos de emoción. Ella, mientras buscaban a sus hijas, lanzó un órdago por su vida y mostró lo mucho que las quiere. Porque las sigue queriendo y siempre lo hará. Para ella, el hecho de que encontraran ya el cuerpo de Olivia fue "un milagro".
Desde hace tres años afronta su nueva etapa personal, con la que sigue adelante con gran valentía. La ciudadanía no olvida este caso, como se puede comprobar con las pulseras, peluches y otros obsequios que colocan junto a la escultura de Anna y Olivia en cada aniversario. Una especie de altar en el que el recuerdo de aquellas pequeñas sigue vivo.
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