En el complejo y a menudo estresante entorno de un atasco, hay que tener en cuenta algunos consejos de seguridad en la conducción. También en este contexto la importancia de mantener la distancia de seguridad se eleva, no solo como una cuestión de obligación legal, sino como un acto de precaución esencial para minimizar el riesgo de colisiones. La Dirección General de Tráfico (DGT) de España subraya la necesidad de seguir y aplicar esta práctica, a pesar de que muchos conductores podrían llegar a asumir que las reglas habituales no se aplican bajo condiciones de tráfico lento o cuando está completamente detenido.
El Reglamento General de Circulación establece la obligación de mantener "un espacio libre lo suficientemente grande" que permita detenerse sin colisionar con el vehículo precedente, aunque no especifica una distancia exacta para todas las circunstancias. La DGT recomienda la regla de los dos segundos para calcular esta distancia de forma práctica, una medida que se ajusta a las variadas condiciones de la carretera y a las capacidades de reacción del conductor. En condiciones adversas, esta recomendación se extiende a tres o cuatro segundos, enfatizando la importancia de ajustar la distancia según el entorno.
La forma de calcular esa distancia adecuadamente sería la siguiente: el conductor debe elegir un punto fijo en la vía y contar dos segundos (lo que se puede hacer pronunciando o contando mentalmente “1101, 1102”) desde que el vehículo delantero pase por él hasta que él mismo llegue a ese punto.
La infracción de no mantener la distancia de seguridad adecuada es considerada grave por la Ley de Tráfico, con sanciones que pueden incluir multas de hasta 200 euros y la retirada de cuatro puntos del carnet de conducir). Estas sanciones reflejan la seriedad con la que se trata la gestión del espacio entre vehículos, subrayando el riesgo significativo de accidentes que la negligencia en este aspecto puede causar. Aunque la norma aplica en todo momento, los agentes pueden considerar no denunciar en situaciones de atasco o saturación de la circulación, donde mantener la distancia de seguridad establecida puede no ser factible
Durante un atasco, la paciencia se convierte en una virtud crucial. La recomendación de incrementar la distancia de seguridad en estas situaciones no solo es una cuestión de cumplimiento legal, sino también de sentido común para garantizar una reacción adecuada ante frenadas imprevistas. Adaptar la velocidad gradualmente, hacer uso prudente del embrague y mantener una observación constante de los vehículos circundantes - tanto los que van por delante del que nos precede, como los que van detrás o en los laterales - son prácticas recomendadas para una conducción segura en atascos. Esta vigilancia permite anticiparse y reaccionar a tiempo ante posibles detenciones o reducciones de velocidad, aumentando así la seguridad durante el atasco
Prever situaciones potenciales y prepararse para ellas es parte integral de una conducción responsable. Esto implica mantener una distancia que no solo permita reaccionar a tiempo ante las acciones del vehículo que precede, sino también considerar las posibles acciones de los vehículos detrás. La vigilancia continua, el ajuste de la velocidad y la preparación para ajustar la distancia son esenciales, especialmente en momentos donde los atascos comienzan a disiparse y el flujo de tráfico se incrementa nuevamente.