¿Qué averías pueden causar los atascos en tu coche?

El día a día de las grandes ciudades tiene un ‘peaje’ que pagar para la gran mayoría de personas que copan las calles y carreteras: las grandes aglomeraciones. Esto cuando vamos a pie no es un gran drama, tan solo un agobio. Sin embargo cuando vamos en coche esas aglomeraciones se suelen convertir en atascos, y encontrarnos en uno implica que vamos a perder un buen puñado de minutos esperando poder continuar nuestro viaje.

Sin embargo las cosas siempre pueden empeorar, y es que aún peor que estar atascado en mitad de una carretera esperando, es estar parado con un coche estropeado por culpa del dichoso atasco. ¿Pero esto puede llegar a pasar? ¿Cómo afectan los atascos a la mecánica de nuestro coche? 

El principal problema es que en un atasco estamos parando y volviendo a movernos continuamente, lo que resulta en un desgaste significativo de varios componentes del automóvil. Además este potencial problema tiene más papeletas de aparecer si estamos usando los frenos continuamente, en lugar de tratar de ir al ralentí y jugando con el motor.

Los problemas que pueden aparecer en un atasco

El primer problema que puede aparecer está relacionado con la gasolina. Y es que parar y acelerar desde cero consume una cantidad de combustible mayor que si estuviéramos en marcha. Por tanto, el primer riesgo que hay que afrontar es el de quedarnos sin gasolina durante el atasco. Además es poco probable que podamos entrar a una estación de servicio en pleno embotellamiento, por lo que es mejor ser previsor siempre que podamos plantearlo.

El siguiente problema potencial que puede aparecer en nuestro coche durante un atasco está relacionado con los frenos. Debemos tener en cuenta que los frenos, como cualquier parte de nuestro vehículo, se desgastan continuamente con el uso. Más aún si estamos sometiendo a nuestros frenos a un cúmulo de paradas y aceleraciones. Deberíamos estar atentos a las siguientes señales para poder anticipar su desgaste:

  • El pedal de freno está más blando y se hunde hasta el final de su recorrido.
  • El volante vibra cuando estamos parados. 
  • El coche vibra cuando estamos parados. 
  • El coche pierde líquido.
  • El coche tiende a irse hacia un lado al frenar.

Otra posible pesadilla durante los atascos está relacionada con los fluidos de nuestro vehículo. El coche tiene 5 tipos de fluidos que debemos revisar cada cierto tiempo: aceite, líquido de transmisión, refrigerante, líquido de frenos, líquido de la dirección asistida. Durante los atascos la evaporación, el desgaste y la pérdida de calidad de los líquidos de nuestro coche es más pronunciada. Afortunadamente con hacer algo de seguimiento al nivel de estos líquidos, es poco probable que tengamos un problema en nuestro coche en este sentido. Eso sí, la sustitución de ciertos líquidos requiere de la intervención de un mecánico. No siempre necesitamos ser los manitas de la casa. 

Finalmente, la correa de distribución puede ser otra potencial víctima del desgaste extra durante los atascos. Estas son las señales de que nuestra correa de distribución está en las últimas (porque dura entre 60.000 y 160.000 KM, lo que es una horquilla bastante amplia) :

  • Chirridos que provienen de la parte delantera del vehículo.
  • El aire acondicionado y la dirección asistida no funcionan adecuadamente.
  • El moto se sobrecalienta.
  • Al abrir el motor vemos desgaste o pequeñas grietas en la correa. 

El riesgo final y definitivo de los atascos es que nos peguemos demasiado a otros vehículos y tengamos un pequeño percance. Por eso, por favor, mantén los cinco sentidos en la carretera, incluso cuando no hacemos más que acelerar unos metros y volver a parar. No queremos ser nosotros los que además agraven el atasco de marras.

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