El hombre, de 46 años, que decapitó a su padre en Ribera de Arriba, ingresó este lunes en la cárcel de Asturias. El parricida recibió el alta tras permanecer varias semanas hospitalizado en el Hospital Universitario de Asturias al ser diagnosticado de sufrir un brote psicótico. Por el momento se valora su traslado a una institución psiquiátrica.
El hombre, que sembró el pánico entre sus vecinos de El Picón, jugando con la cabeza de su padre y agrediendo a varios conductores tras decapitar a su progenitor, se encuentra ingresado en el módulo de enfermería de la prisión asturiana, mientras se valora su traslado a una cárcel psiquiátrica.
El detenido fue dado de alta el mismo día en que se cumplían dos semanas del parricidio., según ha publicado La Nueva España. El primer diagnóstico médico es que el hombre sufrió un brote psicótico agudo que lo llevó a cometer el crimen.
Los médicos consideran que la psicosis puede estar relacionada con una esquizofrenia no diagnosticada. La necesidad de restablecer su estado y realizarle más pruebas para lograr un diagnóstico clínico más preciso lo mantuvo ingresado hasta este lunes, a pesar del auto judicial que decretaba su traslado a prisión ante un claro riesgo de "reiteración delictiva", emitido apenas dos días después del crimen.
El detenido ha permanecido ingresado bajo vigilancia para ser estabilizado y atado de pies y manos desde el 9 de abril. Solo varios días después de lo ocurrido, la Fiscalía le tomó declaración y el hombre reconoció haber decapitado a su padre sin mostrar arrepentimiento.
Sus declaraciones fueron chocantes al asegurar que "tenía que haberlo hecho antes". Poco antes también había hablado ante personal sanitario y la Guardia Civil que "corté por lo sano" , además de amenazar a los agentes cuando intentaron interrogarlo sobre los hechos. "Os voy a matar a todos", les gritó .
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