'Ayúdale a volar': el voluntariado para ayudar a sobrevivir a las crías de pájaro caídas de sus nidos
Los voluntarios pueden acoger en domicilios a estos polluelos, alimentarlos y prepararlos para su vuelta al medio natural
Deben ser conscientes que, a pesar de los cuidados, siempre hay un porcentaje de crías que no sobreviven
El programa se desarrollará en La Rioja de mayo a septiembre
El director general de Medio Natural y Paisaje de La Rioja, Ignacio Sáenz de Urturi, ha presentado la cuarta edición del programa de voluntariado para la cría de aves huérfanas 'Ayúdale a volar'. En este sentido, ha enumerado que "entre las tres ediciones celebradas hasta la fecha, los voluntarios han conseguido dar una segunda oportunidad a 339 animales, de los que 247, un 73 por ciento del total, lograron sobrevivir y regresar al medio natural gracias a sus cuidados".
El programa busca fomentar la participación ciudadana en el cuidado de crías de aves huérfanas que han caído del nido y que son acogidas en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Fombera, una cifra que ha aumentado sensiblemente en los últimos años, gracias a la sensibilización de la población. Para ello, el director general de Medio Natural y Paisaje ha subrayado que "los voluntarios pueden acoger en domicilios particulares, centros o residencias a estos polluelos durante un tiempo que oscila entre dos y cuatro semanas, alimentarlos y prepararlos para su vuelta al medio natural".
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La tarea de los voluntarios consiste básicamente en alimentar a las aves entre 5 y 7 veces al día, cada 2-3 horas, el tiempo necesario hasta que el polluelo esté en condiciones para ser devuelto al medio natural, dependiendo de la especie y de su edad. A la hora de inscribirse en el programa, los voluntarios podrán indicar las fechas en las que estén disponibles, siempre entre mayo y septiembre, que es cuando se desarrolla el programa.
También se encargarán de mantener limpia la caja en la que se entregue el animal. Antes de la entrega, todos los animales son supervisados por el personal del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Fombera, que registrará su ingreso y certificará el correcto estado sanitario de la cría.
Junto a esto, los participantes deben recordar en todo momento que se trata de animales silvestres, no de mascotas, y que si los tocamos o acariciamos podemos poner en peligro su adaptación a la vida en el medio natural, que es el fin último del programa. Del mismo modo, deben ser conscientes que, a pesar de los cuidados, siempre hay un porcentaje de crías que no sobreviven.