El problema de la vivienda en zonas tan turísticas como Baleares está provocando un auténtico problema social hasta el punto de que los profesores destinados a colegios de las islas se ven obligados a vivir en condiciones lamentables. Algunos pagan hasta 900 euros por dormir en un sofá y otros trabajan en Ibiza, pero duermen en Mallorca. Informan Javier Villanueva y Esther Sosa.
"Las 06:23 de la mañana. Estamos en el aeropuerto y me dirijo al control": así empieza la jornada laboral de Joana. Es profesora y vive en Mallorca, pero su colegio está en Ibiza y va a trabajar en avión. "Me salía más barato ir y venir cada día en avión que tener alquilado el piso en Ibiza".
Joana, antes de ponerse delante de sus alumnos, pasa, como ella decía, el citado control de seguridad, embarca, despega y, tras 50 minutos de vuelo, llega a su colegio. Y es que, profesores, policías y personal sanitario destinado en la isla de Ibiza padecen situaciones similares: "A compañeras mías, por un sofá les han llegado a cobrar 900 euros".
En Formentera, donde es inviable desplazarse a diario, la angustia de la vivienda es aún peor. María, profesora de la ESO, tuvo suerte y pudo alquier una vivienda. Pero se acerca la temporada de verano. Aún quedan días lectivos y la echan: "Ahora mismo no sé que voy a hacer en el mes de junio. No tengo sitio donde ir".
Los pluses de insularidad llevan años sin actualizarse. Por eso, en cada curso escolar, en cada centro educativo, hay plazas en las plantillas -hablamos de colegios e institutos- que quedan desiertas. El problema requiere atención urgente.
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