Albert López, condenado a 20 años de cárcel por el crimen de la Guardia Urbana, el asesinato de Pedro Rodríguez, el novio de Rosa Peral, ingresó en prisión en 2020. César Román, conocido como 'El Rey del Cachopo', fue condenado a 15 años de cárcel por el crimen de Heidi Paz e ingresó en prisión por ello en 2018. Ambos, que hasta ahora negaban su culpabilidad, han confesado esta semana los respectivos crímenes por los que cada uno recibió sentencia.
El último citado, César Román, ha confesado públicamente en una carta que fue el responsable del asesinato de Heidi Paz, su pareja, en agosto de 2018; mientras, Albert López, no ha confesado públicamente, sino que ha admitido que mató a Pedro Rodríguez, en la noche del 1 al 2 de mayo de 2020, en el marco del programa de tratamiento que sigue en la cárcel para su reinserción, sin dejar nada por escrito. Muchos se preguntan por qué confiesan ahora. La clave está en que, si no confesaran, no tendrían opción de tener beneficios penitenciarios de ningún tipo.
Tal y como ha explicado el juez José Antonio Vázquez Taín en 'Vamos a ver', el 'Rey del Cachopo', sin lugar a dudas, ha confesado el crimen para obtener beneficios. Según el magistrado, se trata de una misiva muy frecuente que no siempre trasciende en los medios. "Los juzgados que tenemos ejecución de sentencias, cuando le deniegan varios permisos, una de las razones por las que se los deniegan es porque no han reconocido el crimen", explicaba el juez.
"En estos casos de homicidios, asesinatos o violaciones es esencial reconocerlo para que te den ese primer permiso para poder progresar de grado", ha detallado Taín, que ha destacado que la abogada de César Román incluso presentó un escrito ante el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos alegando una vulneración equiparable a la tortura para poder acelerar el proceso. Algo que no ha sido fructífero hasta ahora. Esta vía citada para obtener beneficios se ha utilizado porque, según Taín, el condenado no tenía nada que perder, a pesar de que la resolución de ese recurso tarda unos cuatro o cinco años.
Juan Manuel Medina, abogado especialista en Derecho Penal y en defensa de víctimas de delitos violentos, ha explicado a Informativos Telecinco que "cuando estás condenado en firme, como es el caso de César Román o Albert López, para poder empezar a optar a beneficios penitenciarios, léase permisos de salida o una progesión al tercer grado, es condición sine qua non, entre otras, la asunción de culpabilidad".
"Es decir, no basta con estar condenado, se debe asumir el delito que se ha cometido, mostrar arrepentimiento y adoptar buena conducta en el centro penitenciario", ha detallado Medina, que asegura que, por esta situación comentada, hay numerosos presos que han afrontado sus penas sin ningún tipo de permiso, como pueden ser personas condenadas por terrorismo que no han mostrado arrepentimiento ni han confesado los hechos, entre otros perfiles. Tanto César Román como Albert López estudian sus estrategias penitenciaras para intentar obtener beneficios.
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