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Tras tres días de juicio del caso Sancho y un silencio informativo impuesto por el juez tailandés, algunas fuentes señalan que la actitud de Daniel Sancho es llamativa. El acusado, hijo de Rodolfo Sancho, se muestra altivo y habría llegado a encararse incluso con la delegación diplomática española.
"Sancho está montando un show en el juicio", ha contado una fuente presente en la sala del juicio al diario El Mundo.
El acusado puede preguntar a los testigos y Daniel Sancho lo ha hecho con cada uno de ellos estos días. A la mujer que le vendió un cuchillo le dijo: “¿No es más cierto que en su tienda, el cuchillo que me compré, era el único que había para cortar cocos?”.
Esa pregunta molestó al juez, cuenta el diario, que desde ese momento ya no le dejó interrogar más. "No se permiten más preguntas al acusado. Todo el mundo sabe lo que hizo después con ese cuchillo", sentenció.
Daniel Sancho habría llegado a encararse con la delegación diplomática española en la sala a cuenta de la traductora porque no le respaldan. El acusado ha pedido cambiar la intérprete por una de su confianza, la persona que acompaña a su padre, que traduciría del tailandés al inglés. "Han sido ellos los que me han dicho que la traducción al tailandés que hacen de mis palabras no es la correcta", ha dicho.
"Tiene una actitud muy desafiante y el ambiente en la sala es muy denso. Daniel parece que vive en un mundo paralelo, que no tiene límites. El juez le permite que interrogue a los testigos al final de su intervención. Entonces, él se levanta, arrastra las cadenas y comienza a hacer preguntas sinsentido", cuenta la fuente al citado diario.
Tras la tercera sesión del juicio este jueves, el proceso se retomará el miércoles que viene, tras la celebración del Año Nuevo en Tailandia.
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