Daniel Sancho, que hoy afronta la primera sesión del juicio en su contra en Tailandia, se enfrenta a tres acusaciones: asesinato premeditado, ocultación del cuerpo y destrucción de documentación ajena. En el peor de los casos, el hijo de Rodolfo Sancho podría ser condenado a la pena de muerte.
Aunque en un primer momento, Daniel Sancho admitió en declaración ante la Policía el asesinato de Edwin Arrieta a cambio de la extradición a España, después se desdijo. El hijo del actor Rodolfo Sancho solo admite haber descuartizado Edwin Arrieta para deshacerse del cadáver.
La clave del caso es la premeditación. Si en el juicio, que ha empezado hoy y que durará hasta el 3 de mayo, se prueba que hubo premeditación, como argumentan la Fiscalía y la acusación particular, Daniel Sancho puede ser condenado a pena de muerte.
Entre las pruebas que demostrarían la premeditación están las imágenes de Sancho comprando horas antes varios cuchillos de cocina y bolsas en un supermercado.
Sin embargo, la justicia en Tailandia suele conmutar esta pena por la cadena perpetua. En las últimas dos décadas solo habría impuesto tres penas de muerte, la última en 2018.
El homicidio en el código penal de Tailandia está penado con entre 15 y 20 años de cárcel. Si se trata de homicidio por imprudencia puede rebajarse la pena a entre 6 y 10 años de prisión.
La defensa del cocinero afirma que Edwin Arrieta murió accidentalmente en una pelea al golpearse la cabeza, algo que la autopsia no ha podido concluir. Sancho dice que el cirujano quiso violarlo y él se defendió.
La defensa y la familia de Daniel Sancho va más allá y confían en su absolución, debido a las irregularidades del caso. La familia de Edwin Arrieta, aunque son contrarios a la pena de muerte, están convencidos de su culpabilidad.
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