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Un octogenario que vive en la calle de Sant Jordi de la localidad tarragonesa de Creixell ha tenido que pedir ayuda a la Policía Local del municipio tras sufrir la okupación de su propia vivienda, según ha informado 'Diari de Tarragona'.
A sus más de 80 años, este vecino ha visto su vivienda okupada en tan solo unas horas.
Todo ocurrió durante el jueves 4 de abril cuando este hombre dejó su vivienda para ir a visitar a un amigo suyo que estaba ingresado en el hospital.
Tras pasar el día del jueves acompañando a su amigo enfermo, este hombre volvió a su domicilio y, cuando fue a meter la llave en el bombín de la puerta, se percató de que no podía entrar en su vivienda.
Completamente atónito y dándose cuenta de que había sufrido una okupación, el anciano llamó a la Policía Local de Creixell pidiendo ayuda. Nada más recibir la llamada, una patrulla de la Policía Local se acercó hasta el domicilio y comprobaron que el anciano era el verdadero dueño de la vivienda y que, efectivamente, había sufrido una okupación.
Desde el rellano del portal, comenzó la negoción con la pareja de okupas que habían allanado la vivienda de este octogenario. Pasaron las horas y los policías no lograron convencer a los okupas para que saliesen de su domicilio.
Por eso, los agentes preguntaron al anciano si podían hacer uso de la fuerza para derribar la puerta y, tras recibir la confirmación del dueño de la casa, optaron por echarla abajo.
Sobre las 03:00 horas de la madrugada, los policías lograban entrar en el domicilio y detener a los okupas. Sin embargo, el octogenario ha tenido que dormir durante esta noche sin la puerta principal de su domicilio.
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