El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, se convertía ayer en el más buscado en el aeropuerto de Madrid tras adelantar su llegada desde República Dominicana. Allí, en Barajas, la orden de detención que pasaba contra él fue ejecutada nada más aterrizar. Su arresto, sin embargo, duró muy poco. Rubiales se negó a declarar y fue puesto en libertad, aunque ahora, acusado de múltiples cargos, tendrá que afrontar un complejo recorrido judicial.
Acusado de múltiples delitos en el marco de la investigación que analiza las irregularidades en contratos de la RFEF desde 2018, durante su mandato, --y entre los cuales se incluye el del traslado de la Supercopa de España a Arabia Saudí--, Luis Rubiales está ahora a la espera de lo que decida la jueza del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Majadahonda (Madrid), pero todo apunta a que tendrá que acudir ante esta sala este mismo sábado.
El expresidente de la RFEF consta como investigado por delitos de administración desleal, blanqueo de capitales, corrupción entre particulares en los negocios y pertenencia de organización criminal. A esto se le añaden además los dos años y medio que solicita la Fiscalía para él por el ya famoso beso no consentido que propinó en la boca a la jugadora Jenifer Hermoso después de que se proclamase campeona del mundo en el Mundial de Australia, tras vencer a Inglaterra; un hecho que le llevó a dimitir y recibir una sanción inhabilitante de la FIFA, que censuró su actitud durante la celebración mundialista.
Con este recorrido judicial al frente, Luis Rubiales niega las acusaciones e insiste en que jamás ha pegado ‘mordidas’, subrayando que el dinero que posee es producto de su trabajo y sus ahorros. Sin embargo, la investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil estrecha el cerco sobre él y sus socios en el marco de la investigación.
Cuando se iniciaron los registros, los agentes inspeccionaron desde la sede de la RFEF a la casa de Rubiales en Motril. Lo mismo han hecho en República Dominicana, donde han inspeccionado su alojamiento en busca de más indicios de los presuntos delitos cometidos.
No en vano, allí, en Punta Cana, los agentes encontraron 318.000 euros en efectivo del socio de Rubiales allí, al tiempo en que la Audiencia Nacional investiga pagos de una constructora a una sociedad participada por el hombre de confianza de éste, que considera injustificados.
Además, las autoridades investigan un megaproyecto en Arabia Saudí de 400.000 metros cuadrados, y la UCO pidió incluso rastrear las cuentas de Gerard Piqué en Andorra por presuntas comisiones de la Supercopa por su traslado a Arabia.
Además, un informe de la Unidad Central Operativa del Instituto Armado habría desvelado que la cúpula de la RFEF comió con el constructor acusado de sobornar a Luis Rubiales.
Mientras la investigación continúa estrechando el círculo, la jueza ha embargado ya las cuentas de hasta 50 investigados, algunas del expresidente de la RFEF, al que también le ha embargado un Mercedes.
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