Un total de 15 personas han sido detenidas en varias provincias por pornografía infantil. Es un goteo continuo en un tipo de delincuencia que amenaza a los más vulnerables y contra el que lucha una unidad especial de la Policía Nacional.

Hablamos de la Unidad Central de Ciberdelincuencia: ellos pasan horas y horas rastreando internet, tras la pista de quienes trafican con material pedófilo y con el foco puesto en quienes tienen niños a su alcance. Informa Malena Guerra.

Los agentes trabajan con discrección. Como usuarios, utilizan fotos de ellos mismos, pero con filtros en los que aparecen más jóvenes o cambiando de sexo: "(Ante nosotros tenemos) una foto mía actual a la que le hemos aplicado unos filtros a través de sistemas de redes neuronales. Cuando nos metemos en un grupo de WhatsApp o de Telegram, normalmente no podemos utilizar imágenes de terceros. Cuando patrullamos la dark web no utilizamos estas imágenes porque ningún delincuente pone la foto real", explica Eduardo Casas, agente de Protección al Menor en la Unidad Central de Ciberdelincuencia.

"Si te trata de únicamente labores de ciberpatrullaje, no requiere la autorización de agente encubierto", explica otro de los efectivos, que trabajan con un enorme mapa con señales en movimiento ¿qué les indica? "Cada uno de los puntos sería una IP desde la que se está distribuyendo pornografía infantil". La huella digital que los identifica, una bandera roja, significa que es pornografía infantil: y llevan nombres y los años de la víctima que aparecen en los vídeos.

Muchas fotos aparecen en la dark web. En un caso, un "delincuente cometió un error, y junto a las fotos de los abusos, subió una foto de una plaza donde estaba la víctima vestida con su madre jugando". "Es lo principal de este negocio, que es que estás salvando a niños en riesgo", detallan los agentes. Su trabajo no termina en los ordenadores. Cuando localizan a un sospechoso, acuden al juzgado a solicitar una entrada y registro contra el individuo.

Este citado caso presentaba riesgos: "Hemos detectado que está traficando con pornografía infantil y hemos visto que hay menores de muy corta edad en su domicilio", detalla el agente Casas sobre una de las situaciones que se encuentran. "Es una tarea que psicológicamente te puede llegar a afectar. Pero, aunque la tarea de la visualización de las imágenes sea desagradable, detener a estas personas y retirar a los agresores sexuales es muy reconfortante" sentencia otro de los efectivos de esta unidad, Javier Izquierdo.

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