El equipo técnico de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), en colaboración con agentes del medio natural del Gobierno de Cantabria, ha confirmado esta semana el nacimiento de un pollo en un nido en la comarca de Liébana, de la pareja Jana (nacida en 2016) y Centenario (2017).
La pareja de quebrantahuesos llevaba desde 2022 mostrando comportamientos pre-reproductivos, como la selección y defensa del territorio, traslado de lana para acondicionamiento de nidos, y primeras cópulas.
Además, la fundación ha constatado la existencia de una segunda unidad reproductora en Cantabria. Se trata de la pareja formada por Niebla y Biziele, nacidos en los años 2019 y 2014, respectivamente.
El seguimiento de la pareja ha permitido localizar el nido y documentar el proceso de incubación, que en esta ocasión ha terminado en fracaso, probablemente coincidiendo con los días críticos del nacimiento del neonato, un hecho habitual en parejas primerizas.
Se trata de un "importante hito" en la recuperación de la especie quebrantahuesos, catalogada 'en peligro' en el Catálogo Español de Especies Amenazadas y en el Libro Rojo de las Aves del España, que se enmarca dentro del proyecto europeo LIFE Pro Quebrantahuesos.
Este programa de conservación coordinado en España por la FCQ tiene como objetivo la conservación, refuerzo y reintroducción del quebrantahuesos en distintas áreas de montaña de la Península Ibérica.
La iniciativa cuenta con el apoyo del Gobierno de Cantabria, así como los del Principado de Asturias, Aragón, Castilla y León, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y Endesa.
Según ha explicado la fundación en nota de prensa, el asentamiento de una especie en un nuevo territorio tras su reintroducción es un proceso largo.
A pesar de que los individuos jóvenes liberados se muevan por el territorio y se den numerosas interacciones entre ellos, suelen pasar años hasta que se empiezan a constituir territorios reproductores y una pareja consigue por fin criar su primer pollo.
Sin embargo, los expertos sostienen que, en poblaciones incipientes, como la de Picos de Europa, son esperables reproducciones tempranas --como la de la hembra Covadonga en 2022, con tan solo 3,5 años-- al no existir competencia territorial con parejas ya consolidadas.
Uno de los criterios de la selección de territorios reproductores por los quebrantahuesos es la abundancia de alimento --restos óseos de ovino y caprino y otros ungulados silvestres-- tanto para ellos mismos como para el futuro pollo.
En el área elegida por las dos parejas cántabras se trabaja desde hace años con la marca de garantía 'ProBiodiversidad', un sello impulsado por la FCQ que certifica las producciones ganaderas de ovino que operan en extensivo y contribuyen a conservar la biodiversidad de las áreas de montaña, como se ha demostrado en este caso con la selección del territorio por estas parejas.
De hecho, ambas unidades reproductoras están en el epicentro del área en la que se está trabajando con los pastores de montaña para fomentar la ganadería extensiva.
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