Miles de personas han regresado de sus vacaciones de Semana Santa por carretera. Como es habitual en estas fechas, y con el añadido de la borrasca Nelson, muchos se han encontrado con retenciones ya esperadas. Sin embargo, hay un atasco que sí sorprendió a muchos, que mostraron su indignación en las redes sociales.
Varios usuarios de Tesla han denunciado en X que su vuelta a casa se alargó por encima de lo previsto. Más allá de la acumulación de coches en las carreteras y de las inclemencias del tiempo, tuvieron que armarse de paciencia para la cola en las estaciones de recarga.
Concretamente, la estación cerca de La Gineta en la A-31, en Albacete, que cuenta con ocho cargadores, estaba abarrotada, según comentó el ingeniero Gonzalo Ruiz de Villa.
“El supercargador de La Gineta está a reventar y hay dos postes que no funcionan. Espero que estén en vuestros planes un upgrade dentro de poco, porque esto solo puede ir a peor con cada vez más teslas en la carretera”, denunciaba en X el sábado.
Además, la cantidad de coches utilizando los supercargadores derivó en otro problema, la disminución de la velocidad de carga, según explicaba el mismo.
“No subimos de 60kW incluso en los que no se está usando la pareja. Si hoy está complicadísimo a saber mañana”, apuntó en otro mensaje con imágenes de los coches que se acumulaban.
A menos de 60 kilómetros, en Atalaya del Cañavate, exponía que era “peor”: “5 coches esperando por delante mío y 4 por detrás…”
“Un desastre, tres puntos dejaron de funcionar y otros súper lentos. Al final decidí marcharme y cargar a 7km en el Hotel Restaurante Moya. La cola de Teslas no paraba de crecer”, dijo.
Por si fuese poco, a estos problemas se sumaban los cargadores que se encuentran fuera de servicio. “La infraestructura de supercargadores debe crecer al mismo ritmo que el parque móvil”, exponía otro usuario, que denunciaba que era la segunda vez en un mes que tenía problemas en Atalaya del Cañavate. “Casi dos horas para cargar. Una hora y media de espera (más de 10 coches). Varios cargadores inutilizados”.
Un colapso insólito que llega con la presencia, cada vez mayor, de los coches eléctricos en España. Nuestro país contaba en el último trimestre con 29.301 puntos de carga, según el Barómetro de la electromovilidad de ANFAC. Solo ese año, se instalaron 11.173 puntos de recarga de acceso público. Sin embargo, el ritmo de despliegue continúa siendo inferior al deseado, porque el objetivo era de 45.000.
Además, un total de 7.728 puntos están fuera de servicio ya sea por encontrarse en mal estado, averiados o que aún no se han podido conectar a la red de distribución eléctrica, se encuentran fuera de servicio. Esto supone el 21% de la infraestructura de recarga de acceso público instalada en España. Si esos puntos estuvieran operativos, en España habría 37.029 puntos de recarga de acceso público.
Además, solo el 23% de la infraestructura de recarga de acceso público en España corresponde a carga con potencia superior a 22 kW. Es decir, que la gran mayoría son de baja potencia, lo cual implica hablar de tiempos de recarga mínimos de 3 horas.
“Este es un punto crítico para el despliegue del vehículo eléctrico como vehículo de “todo uso” frente a la percepción actual de utilización de éste como segundo o tercer vehículo para zonas urbanas. Así mismo, este es un punto esencial para hablar de electrificación en el transporte pesado de mercancías y personas”, destaca el informe.
De todos ellos, solo hay 904 que tengan una potencia de entre 150 kW y 250 kW (para una carga de entre 15 y 27 minutos) y 621 puntos que tengan potencia por encima de 250 kW (para una carga de entre 10 y 15 minutos).
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