La tragedia del puente de Baltimore, la localidad más poblada del estado de Maryland, en Estados Unidos, está llena de interrogantes. El buque portacontenedores Dali con bandera de Singapur, chocó esta mañana contra uno de sus pilares provocando su colapso y afectando a numerosos vehículos que transitaban por sus viales. Se trata de un accidente que no deja de sorprendernos, pero que nos recuerda a otros similares ocurridos en nuestra reciente historia moderna.
A lo largo de los últimos doscientos años, el mundo ha sido testigo de numerosos y trágicos accidentes de derrumbes de puentes. Estos desastres han ocurrido tanto en tierra como en cuerpos de agua, y las causas varían desde fallas estructurales y condiciones meteorológicas extremas hasta negligencia humana, como nos recuerdan medios como Univisión o Cinconoticias.
El 3 de mayo de 2021, un tramo elevado de la línea 12 del metro de la Ciudad de México se desplomó cuando un tren lo recorría. El incidente dejó 26 personas muertas y decenas de heridos. La estructura, inaugurada en 2012 era parte de la “línea dorada” del metro de la capital mexicana.
El 16 de marzo de 2018, un puente peatonal recién instalado se derrumbó frente al campus de la Universidad Internacional de Florida. El incidente dejó seis personas muertas. Las investigaciones concluyeron que varios errores en el diseño del puente fueron cruciales para su colapso y que la empresa constructora falló al no identificar el riesgo de las grietas que aparecieron apenas fue instalada la inmensa estructura de hormigón.
Uno de los casos más notorios en la historia reciente fue el colapso del Puente de Morandi en Génova, Italia, el 14 de agosto de 2018. Este trágico evento resultó en la muerte de 43 personas. El puente, considerado una maravilla de la ingeniería en su tiempo, tenía defectos estructurales graves que finalmente llevaron a su caída.
En Portugal, el Puente Hintze-Ribeiro sobre el río Duero se derrumbó el 4 de marzo de 2001, llevándose consigo aproximadamente 70 vehículos y causando la muerte de 59 personas. Este es considerado uno de los accidentes más graves en Europa.
India ha tenido su parte de tragedias con el colapso de puentes antiguos y modernos. Por ejemplo, un puente de 150 años de antigüedad colapsó durante su desmantelamiento, matando a 33 personas. Otro incidente en Daman en 2003 resultó en 25 muertes, y en Calcuta, un puente en construcción se derrumbó en 2016, matando a 26 personas.
En los Estados Unidos, el Puente I-35W en Minnesota colapsó en 2007 sobre el río Mississippi, resultando en 11 muertes. Más recientemente, en 2018, un puente peatonal en Miami se derrumbó, causando 6 muertes.
También en Estados Unido, pero el 1 de agosto de 2007, el tramo central de un puente de ocho carriles en Minneapolis colapsó repentinamente y los pasajeros de 111 autos y 18 trabajadores se desplomaron sobre el río Mississippi. La caída de 35 metros dejó 13 personas muertas y 145 heridas. Una investigación de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte determinó que las placas de refuerzo de metal del puente eran demasiado delgadas para soportar el peso de la sección que se derrumbó.
En la mañana del 9 de mayo de 1980, una tormenta repentina envolvió el puente Sunshine Skyway, en la desembocadura de la bahía de Tampa, al sur de San Petersburgo, en Florida. Un carguero de 20 toneladas chocó con dos de las columnas de soporte del puente. Una sección de casi 400 metros de largo cayó al agua junto con seis autos, un camión y un autobús de pasajeros. El accidente mató a 35 personas.
Finalmente, en la noche del 24 de diciembre de 1953, un puente de una zona rural de Nueva Zelanda se desplomó cuando cruzaba un tren que llevaba 285 pasajeros. Minutos antes, un deslizamiento de tierra había socavado las bases de la estructura. El accidente dejó 153 fallecidos.
Veintiséis años antes del accidente del puente Francis Scott Key de Baltimore, España vivió una tragedia similar, aunque en este caso sin víctimas mortales. La madrugada del 13 de enero de 1998, un temporal con vientos de hasta 170 kilómetros por hora desató una tragedia en Ferrol, La Coruña. La plataforma de prospección petrolífera Discoverer Enterprise, la mayor del mundo en aquel entonces, se soltó del muelle de Astano, donde se construía, y fue arrastrada por el viento hasta el puente de As Pías, recuerda La Voz de Galicia.
El impacto ocurrió a las 1.27 horas. La plataforma se empotró contra el puente, seccionándolo por la mitad. Cien metros de la estructura viaria se hundieron, y la plataforma quedó incrustada en el hueco abierto. Afortunadamente, no había vehículos circulando por el puente en ese momento, y los operarios que se encontraban en el buque habían sido desalojados minutos antes.
El accidente dejó a Ferrol casi incomunicado por tierra durante dos meses. Todo el tráfico de entrada y salida a la ciudad tuvo que ser desviado por Narón y Neda, obligando a los conductores a dar un rodeo de 14 kilómetros. Se formaban interminables caravanas en la carretera1.
Las autoridades actuaron rápidamente cortando el tráfico en ambos extremos del puente de As Pías. A las cinco de la tarde de ese mismo 13 de enero, siete remolcadores lograron sacar el buque y devolverlo a flote a los muelles del astillero fenés.
El accidente del Discoverer Enterprise cambió el futuro de Ferrol para siempre. En un consejo de ministros se aprobó la reconstrucción exprés del puente de As Pías3. En menos de 60 días, el puente se reinauguró.
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