Cientos de personas despidieron ayer a Javier Márquez, el joven de 20 años muerto en el río Ebro, a su paso por Logroño, en La Rioja. No se cabía en la iglesia y amigos y allegados siguieron el funeral por los altavoces desde la plaza.

En el funeral, como no podía ser de otra forma, hubo palabras de recuerdo para Javier Márquez, un chico joven deportistas que encontró un trágico final tras una noche de fiesta con amigos.

Noelia Pascual, amiga de la madre que ha ejercido de portavoz desde que desapareció, dijo que Javier Márques se fue siendo “un chico feliz que vivía cada día con la intensidad de sus 20 años”.

Tras el multitudinario funeral, la familia depositó las cenizas de Javier en la más estricta intimidad en el columbario.

El cadáver del chico de 20 años fue encontrado la semana pasada enredado en unas ramas en el río Ebro a su paso por Logroño. Las autoridades dijeron que solo fue posible el hallazgo tras la bajada del caudal del río.

Javier Márquez llevaba consigo el móvil y la cartera. Su familia descartó el suicidio días antes del hallazgo del cuerpo.

Aunque la principal hipótesis es el accidente, la investigación sigue abierta bajo secreto de sumario. Los resultados de la autopsia serán claves para determinar cómo murió definitivamente el joven. 

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