Cuando un incendio se desata en un garaje, ya sea este privado o comunitario, la situación exige una respuesta inmediata y eficaz con el fin de que se produzcan daños mayores, proteger la vida y minimizar el impacto en la propiedad. La clave, en cualquier caso es la actuación previa para evitar situaciones indeseadas. Es decir, la prevención, pero también el conocimiento de las acciones a tomar y la conciencia de lo que no se debe hacer en estas circunstancias críticas.
La prevención es el primer paso para evitar incendios. Esto incluye no almacenar materiales inflamables como gasolina, aceite, o sustancias químicas en el garaje. La acumulación de objetos combustibles como basura, cartón y papel es otro factor clave que puede facilitar la rápida propagación del fuego. Por ello, es fundamental mantener el garaje ordenado y limpio, eliminando regularmente cualquier material que pueda representar un riesgo.
En caso de incendio, lo primero que se debe hacer es asegurar la evacuación segura de las personas. La prioridad nunca debe ser intentar salvar vehículos o los bienes materiales almacenados en el garaje. Y es que, la vida humana es lo más valioso y debe ser la prioridad en estos casos.
En la evacuación debemos asegurarnos de mantener siempre cerradas las puertas de acceso al garaje para evitar que el fuego se propague a través de ellas al resto del edificio. Estas puertas son una barrera crítica que puede contener el fuego en un área limitada, haciendo que el daño al inmueble sea mucho más reducido.
Un aspecto clave es tener a nuestra disposición extintores, colocados en lugares accesibles y saber hacer un uso adecuado de los mismos. Es crucial familiarizarnos con su ubicación y funcionamiento. En garajes de tamaño medio, se recomienda instalar al menos dos extintores, y su mantenimiento debe ser regular para garantizar su efectividad, ya que hay que tener en cuenta que los extintores también caducan y pierden efectividad.
Si el incendio involucra a nuestro vehículo, el primer paso será siempre detener el coche en un lugar seguro, apagar el motor, evacuar a todos los ocupantes y alejarse lo máximo posible. Una vez con todas las personas a salvo, es pertinente y necesario contactar con los servicios emergencias inmediatamente. Solo debemos intentar extinguir el fuego si tenemos un extintor y conocimientos básicos de su uso para hacerlo de manera segura.
Los garajes, especialmente en el caso de que estén conectados a la vivienda, pueden ser el origen de incendios que afecten a todo el hogar. Por ello, es crucial instalar medidas de seguridad como la instalación de detectores de humo y evitar el uso de productos inflamables cerca de fuentes de calor.
Una vez controlado el incendio, es importante realizar una evaluación de daños y contactar a la compañía de seguros para iniciar el proceso de reclamación. También es crucial verificar antes de nada con los bomberos que sea seguro volver a entrar en el área afectada por incendio.
Hay que recordar que para enfrentarse a un incendio en un garaje se requiere de preparación, conocimiento y la capacidad para actuar rápidamente. Las acciones preventivas, junto con una respuesta adecuada durante el incidente, pueden marcar la diferencia en el resultado de estos desafortunados eventos. La seguridad de las personas debe ser siempre la prioridad principal, y la educación sobre cómo actuar correctamente es esencial para todos los miembros de la comunidad.