En un reciente análisis sobre la congestión vial en España, basado en el Índice de Tráfico 2023 de TomTom, se destapa una realidad poco intuitiva acerca de las urbes más afectadas por los embotellamientos y los problemas al circular por las distintas vías. Dicho estudio ha tomado en consideración nada menos que 387 ciudades de 55 países diferentes, por lo que no se ha centrado únicamente en la geografía española.
Contrariamente a lo que la sabiduría convencional podría sugerir, no son las metrópolis más grandes y densamente pobladas del país, es decir Madrid y Barcelona las que encabezan la lista de ciudades con peor tráfico en España, sino otras menos esperadas. De esta manera, es Vitoria-Gasteiz quien lidera el ranking nacional como la ciudad con el tráfico más denso, seguida de cerca por Gijón y Alicante, lo que además denota que no es un problema de una comunidad autónoma.
En Vitoria-Gasteiz, la capital del País Vasco, los conductores dedican una media de 21 minutos para completar trayectos de tan solo 10 kilómetros. Esta cifra de tiempo implica no solo la densidad del tráfico en el núcleo urbano, sino también la velocidad reducida a la que se ven obligados a circular los vehículos, que no supera los 27 km/h en horas punta. El estudio de TomTom destaca además que los habitantes de Vitoria-Gasteiz pasan hasta 48 horas al año entre el tráfico, lo que resalta la magnitud del problema.
Gijón, en Asturias, no se queda tampoco atrás, con 19 minutos y 50 segundos necesarios en promedio para cubrir la misma distancia. Este dato, junto al hecho de que los conductores pasan 38 horas anuales en sus coches durante las horas de mayor tráfico, sitúa a Gijón en una posición destacada en el ámbito nacional por sus retos de congestión.
Alicante completa este podio de ciudades con los problemas de tráfico más acuciantes en España. Aquí se requieren 19 minutos y 20 segundos de promedio para recorrer 10 kilómetros, y los conductores destinan hasta 41 horas anuales a navegar por sus calles en las horas pico. Estas cifras evidencian que la congestión vial es un problema significativo también en esta ciudad mediterránea.
Es notable que, a pesar de las expectativas, Madrid y Barcelona se encuentran más abajo en el ranking global, ocupando los puestos 124 y 99, respectivamente. Esta información lo que nos sugiere es que la congestión del tráfico no se correlaciona directamente con el tamaño o la densidad poblacional de una ciudad. Existen factores como la planificación urbana, la eficiencia del transporte público y la infraestructura vial que tienen un impacto considerable en la gestión del tráfico, lo que juega siempre en beneficio de sus habitantes.
En el otro extremo de la balanza, las ciudades españolas con mejor tráfico según este indicador recopilado por TomTom, serían Santander, donde recorrer 10 kilómetros lleva 12 minutos y 40 segundos, colocándose en la posición 310, y Las Palmas, con casi el mismo tiempo. En concreto serían 12 minutos y 50 segundos lo que se tardaría en esta ciudad en recorrer 10 kilómetros. Esto le vale estar en la posición 308 del ranking.
En total hay 80 ciudades de este estudio en las que se necesita más de 20 minutos para recorrer 10 kilómetros, estando solo Vitoria-Gasteiz en esta suerte de ‘podio’ de la vergüenza. En concreto se sitúa en la posición 59. Por lo tanto está aún muy lejos de los primeros del ranking mundial con peor tráfico del mundo, que estaría liderado por Londres, con la friolera de 37 minutos por cada 10 kilómetros, seguido después de Dublín, Toronto, Milán y Lima.
En cuanto a las ciudades con mejor tráfico, en las 28 primeras posiciones encontramos ciudades de Estados Unidos, con Taranto (Italia), como primera ‘extranjera’, con un tiempo de 10 minutos y 20 segundos en recorrer los citados 10 kilómetros.
Este análisis ofrece una visión reveladora sobre los desafíos de movilidad urbana en España, subrayando la necesidad de adoptar estrategias de gestión de tráfico y movilidad más efectivas. La implementación de políticas que promuevan el transporte público, el uso de la bicicleta y otros modos de transporte sostenibles, junto con la mejora de la infraestructura vial y la planificación urbana, son esenciales para mitigar la congestión y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.