Dani Alves, condenado a cuatro años y medio de prisión por agresión sexual, ha seguido la vista de la sección 21 de la Audiencia de Barcelona por videoconferencia desde la cárcel de Brians 2, donde lleva más de un año. La Audiencia decidirá en breve si deja o no en libertad a Alves a petición de su abogada, Inés Guardiola, hasta que su sentencia sea firme. "No voy a huir, creo en la justicia", ha asegurado el exfutbolista.
En la vista, se ha convocado a la Fiscalía y los abogados de las partes, Inés Guardiola y Ester García. Alves la ha seguido por videoconferencia desde la cárcel de Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona) y ha podido intervenir al final para insistir en que no huirá. Sin embargo, tanto la Fiscalía como la defensa del exfutbolista han argumentado en la vista que el riego de fuga es mayor que antes de la sentencia dada su capacidad económica y la elevada pena impuesta. Por su parte, la abogada de Alves ha solicitado su libertad con medidas cautelares, como una fianza de 50.000 euros, la retirada de los dos pasaportes y la presentación periódica en los juzgados.
La Fiscalía, que en su recurso contra la sentencia pide a la Audiencia que condene a Alves a nueve años de cárcel, ha pedido al tribunal que mantenga en prisión al futbolista, argumentando que sigue existiendo riesgo de fuga, si cabe más aún después de la sentencia, puesto que la pena sigue siendo alta. Unos argumentos que también ha esgrimido la acusación particular ejercida por la víctima, a través de su abogada, Ester García, que también ha hecho hincapié en los recursos económicos del procesado.
Sin embargo, la defensa aduce que esa capacidad económica no es tal, dado que a raíz de su detención se rescindieron los acuerdos de patrocinio que Alves tenía firmados con varias marcas, perdió su trabajo en el club de fútbol Pumas de México y aún no ha cobrado la suma que le adeuda Hacienda por un contencioso tributario que se resolvió a su favor.
La abogada, Inés Guardiola, también argumenta que Alves cumplió el pasado 5 de marzo una cuarta parte de su condena, con lo que de ser firme la sentencia ya podría disfrutar de permisos e incluso acceder al tercer grado, que la pena impuesta es muy inferior a la que solicitaban las acusaciones -nueve y doce años- y que el TSJC puede tardar hasta un año en resolver sobre el asunto.
Como alternativas, la defensa, que en su recurso al TSJC vuelve a pedir la absolución, acepta que se imponga a Alves una fianza de 50.000 euros, además de la retirada del pasaporte y comparecencias semanales en el juzgado.
Cabe recordar que la Audiencia de Barcelona condenó a Alves a cuatro años y medio de prisión por violar a una joven de 23 años en los lavabos de la discoteca 'Sutton' de Barcelona la noche del 30 de diciembre de 2022. Le impuso además libertad vigilada durante cinco años después de salir de prisión, 150.000 euros de indemnización (ya abonados) y prohibición de comunicarse o acercarse a la víctima durante nueve años y medio.
Entonces, tanto la defensa del exjugador como la Fiscalía presentaron recursos a la sentencia. Por un lado, Inés Guardiola considera que la atenuante de reparación del daño debe considerarse muy calificada, no solo simple, como estimó la Audiencia en su sentencia, después de que el futbolista abonara la indemnización solicitada. Además, pidió la libertad del jugador a la espera de que se resolviese este recurso a su condena.
Por otro lado, la Fiscalía también presentó un recurso contra la condena, ya que se impuso la mínima. Pide la máxima y considera que no ha habido suficiente esfuerzo reparador, ya que los 150.000 euros eran una cantidad totalmente al alcance del deportista. Y es que el brasileño, ni ha asumido los hechos ni ha pedido perdón.
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