El juicio contra José Carlos Eirín, acusado de asesinar a la joven Jessica Méndez, colisionando a propósito contra su vehículo en Barro (Pontevedra), en marzo de 2022, ha llegado este viernes a su fin y ha concluido con la intervención del procesado, quien ha ejercido su derecho a pronunciar la última palabra para pedir "perdón" y para proclamar: "Ojalá aquel día no hubiera cogido el coche".
De este modo, ante el tribunal del jurado, el acusado, que no quiso declarar en el juicio excepto para señalar, el primer día, que es inocente, ha afirmado que siente "muchísimo" lo sucedido y ha traslado su "más sentido pésame" a la familia de Jessica, antes de lamentarse por haber cogido el coche ese día.
En la última jornada de esta vista, celebrada en la Audiencia Provincial de Pontevedra durante toda la semana, las partes han presentado sus informes finales y todas las acusaciones han mantenido sus conclusiones: que Eirín embistió deliberadamente con su coche el turismo de la chica en una intersección de la N-550 con el fin de acabar con su vida, y resentido porque Jessica no le correspondía en sus sentimientos de afecto. La Fiscalía pide por estos hechos veinticuatro años de prisión.
Por otra parte, la defensa ha mantenido que lo ocurrido ese día de marzo de 2022 fue "un trágico accidente" y ha denunciado el "juicio paralelo" al que ha sido sometido el procesado por parte de los medios de comunicación, y de vecinos y allegados de Jessica que, a lo largo de toda la semana, se han concentrado a las puertas de la Audiencia y le han increpado en varias ocasiones.
Este letrado ha solicitado para su cliente la libre absolución o, alternativamente, que sea condenado por un homicidio por imprudencia.
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