En la era digital, asistentes virtuales como Siri, Alexa y Google Assistant se han convertido en compañeras habituales en nuestro día a día, facilitando desde tareas simples hasta las más complejas con tan solo un comando de voz. Una característica distintiva de estos asistentes es su voz predominantemente femenina, una elección deliberada que va más allá de la simple funcionalidad para adentrarse en el punto en que se cruzan los campos de la psicología, la tecnología y la sociología.
La elección de voces femeninas para asistentes virtuales no está tomada a la ligera. Investigaciones, como la dirigida por Sylvie Borau de la escuela de negocios de Toulouse, sugieren que las voces femeninas facilitan una mayor aceptación y conexión emocional entre humanos e inteligencias artificiales (IA). Estos hallazgos se basan en la percepción de calidez y humanidad que la voz femenina parece evocar en comparación con su contraparte masculina. Este fenómeno se sostiene en la premisa de que, en general, las personas tienden a percibir las voces femeninas como más amigables y reconfortantes.
Desde el ámbito tecnológico, la decisión de implementar voces femeninas en asistentes virtuales también se alinea con objetivos de diseño centrado en el usuario. Los desarrolladores buscan crear experiencias de usuario que sean intuitivas, agradables y eficientes. Dado que las investigaciones indican una predisposición humana hacia la voz femenina para instrucciones y asistencia, los diseñadores de IA han optado por seguir esta dirección para maximizar la comodidad y la facilidad de uso.
La elección de la voz femenina también refleja dinámicas socioculturales profundamente arraigadas. Históricamente, roles de asistencia y servicio han sido frecuentemente asignados a mujeres, lo que puede influir en la percepción colectiva de que una voz femenina es más apropiada para roles de servicio, como el de un asistente personal virtual. Sin embargo, esta dinámica plantea interrogantes sobre los estereotipos de género y la representación en la tecnología, impulsando un debate sobre la necesidad de diversificar las voces de IA para reflejar una gama más amplia de identidades de género y evitar la perpetuación de estereotipos.
Reconociendo las críticas en torno a la predominancia de voces femeninas en asistentes virtuales, algunos desarrolladores han comenzado a ofrecer opciones de personalización de voz, permitiendo a los usuarios elegir entre voces masculinas, femeninas o neutras. Esta tendencia hacia la inclusión y diversidad no solo responde a las demandas de un público cada vez más consciente de las cuestiones de género, sino que también refleja un compromiso con la creación de tecnologías que respeten y celebren la diversidad humana.
La elección de voces femeninas para asistentes virtuales abre un campo de estudio interdisciplinario que abarca desde la psicología hasta la ética tecnológica. Este fenómeno sirve como recordatorio de que la tecnología no es neutral; sino que es un reflejo de las valores, prejuicios y aspiraciones de la sociedad. Mientras avanzamos hacia un futuro cada vez más digital, la responsabilidad recae en todos -desarrolladores, consumidores, reguladores- para asegurar que nuestras herramientas digitales promuevan un mundo más justo, inclusivo y representativo.