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La madre del bebé de ocho meses hallado muerto en Zaragoza el pasado domingo ha sido imputada por asesinato. La progenitora, que fue detenida por las autoridades tras estos hechos, pasaba este miércoles a disposición judicial.
Aquel domingo, sobre las 2:00 horas, un hombre se dirigió a la Comisaría de Delicias a denunciar la desaparición tanto de su hijo, de tan sólo ocho meses, como de su pareja y madre del bebé.
Fue entonces cuando la Policía Nacional activó el Protocolo de Actuación ante desapariciones inquietantes o de alto riesgo, conocido como 'Alerta Ámber', ya que se trataba de la desaparición de un menor de edad y el denunciante había manifestado gran preocupación por la integridad de su hijo.
Fue así como los investigadores, realizando las primeras pesquisas sobre la familia, no dudaron en solicitar al Juzgado de Instrucción en funciones de guardia la interceptación de las comunicaciones telefónicas y telemáticas de la mujer desaparecida, fundamentado por el riesgo para la vida o integridad física del menor.
Paralelamente, el domingo, a aproximadamente las 7:40 horas, una mujer llamó al 112 alertando de que le habían agredido un hombre y una mujer del norte de África, y que desde el día anterior no sabía nada de su hijo.
Fue entonces cuando los operadores del CIMACC 091 comprobaron que la requiriente de esta llamada era la mujer que estaba denunciada por desaparición junto a su hijo de ocho meses, por lo que rápidamente una patrulla de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana fue a entrevistarse con ella y, dadas las incongruencias que manifestaba y por la ausencia del bebé, solicitaron la colaboración de los agentes del Grupo de Homicidios.
Dos horas más tarde, el cuerpo sin vida del bebé fue localizado. Estaba en una zona ajardinada, detrás de un banco en el entorno del CaixaForum de Zaragoza.
Tras ello, e inmediatamente, la progenitora fue detenida como presunta responsable de la muerte de su hijo y trasladada a dependencias de la Jefatura Superior de Policía de Aragón.
Efectuadas las diligencias oportunas en los días posteriores, los investigadores concluyeron que la madre, de 31 años y sin antecedentes, habría acabado con la vida de su hijo, imputándole un delito de asesinato.
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