La falta de regulación y control de las bebidas energéticas dispara su consumo entre los adolescentes

La muerte en Madrid de un menor de 14 años tras ingerir una bebida energética mezclada con 'cocaína rosa' o 'tusi' ha reabierto el debate sobre la regulación de estos brebajes. El gobierno se comprometió a hacerlo por sus efectos en la salud y porque abre la puerta al consumo de otras sustancias. Pero de momento tan solo han anunciado medidas Galicia y Andalucía.

Las bebidas energéticas están en el día a día de los jóvenes de entre 14 a 18 años que la usan para estudiar o alargar la marcha. Su ingesta provoca problemas cardiacos que aceleran mucho el corazón disminuyendo la percepción de riesgo. Y eso que pocos saben cuáles son sus ingredientes y los perjuicios que acarrea sobre todos a los adolescentes.

Una lata puede equivaler a tres cafés y 12 terrones de azúcar y su efecto es casi inmediato. Una bomba de relojería muy peligrosa especialmente para un cerebro en desarrollo. Más aún si se produce una mezcla con alcohol que empeoran las cosas

Por el momenrto, solo Galicia y Andalucía pretenden vetar la compra a menores de estas bebidas que son consideradas por los expertos como la antesala para otro tipo de drogas, tanto legales como ilegales, además de otras adicciones.

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