Este miércoles hemos conocido la historia de Eva Nogales, una científica española que nació en Colmenar Viejo, una pequeña localidad de Madrid. Su padre era pastor de ovejas y su madre bordadora. La investigadora ha querido revelar los entresijos atómicos del ser humano y está en todas las quinielas para ganar el Premio Nobel.
En los colegios de Colmenar se habla sobre la figura de Eva Nogales: "Es una científica de Colmenar que se dedica al ADN", "ella quiere animar a las niñas para que sean científicas", "está nominada al Premio Nobel", cuentan los niños sobre la investigadora madrileña, catedrática de Biología Molecular que desempeña su labor en la Universidad de California, en Berkley (Estados Unidos).
Nogales tiene muy claro su origen: "Vengo de una familia humilde. Mi padre era de una familia de labradores (pastor de ovejas) y mi madre trabajó de bordadora". Hace unos meses, la científica recibió el premio Shaw, el Nobel oriental, un galardón muy especial: "Yo estoy ya contentísima con esto".
La científica estudia la compleja estructura de las moléculas y el ADN: "Esto es parte del proceso que nos ayuda a desarrollar mejores fármacos". Nogales asegura que "el número de referentes está aumentando" para las mujeres en esta disciplina.
Para ella, sus tres referentes fueron sus profesoras de instituto: "Nosotras pusimos el granito de arena, porque ella ya lo llevaba dentro", explica Avelina Lucas, profesora de matemáticas. De Eva destacan "su inteligencia". "Era una gran compañera", precisa Ana Cañas, profesora de Física y Química. La investigadora, según ellas, "tiene madera de líder", "le interesa lo humano y se mete en la dificultad máxima", sentencia Ana de Frutos, profesora de Biología. Ante la posibilidad de recibir el Nobel -"Eva se lo ha propuesto y esperemos que lo consiga"-, es el deseo de un pueblo, que ha dado su nombre a una de sus calles.
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