Tras el terremoto que afectó a Marruecos el pasado mes de septiembre de 2023, varias familias españolas visitaron las zonas más destruidas para llevar ayuda. En esa visita, encontraron a un pequeño de siete años que tenía importantes problemas de movilidad, Ilyas. Ofrecieron su colaboración, acogerle y han conseguido traerlo a España, donde el niño está recibiendo un tratamiento para su enfermedad.
La historia de Ilyas estaba escondida en las montañas de Marruecos. "Decidimos hacer el viaje para llevar juguete a los niños. En una de esas aldeas todos los niños vinieron corriendo, excepto uno", explica Moché Sánchez, de la Fundación Dacer (fundacióndacer.org). "Mi hija Marta fue la primera que le vio", explica Saúl Marín, de la misma asociación. Y la pequeña lo corrobora: "Estaba tirado en el suelo y no podía andar".
La abuela de Ilyas les pidió ayuda y pensaron que "tenían que hacer algo" por él, "porque solo le daban analgésicos para el dolor". Entonces, decidieron traerle a España para que pudiera ser tratado. Ahora, el pequeño está con una familia de acogida, quienes llevan el proceso con "mucho amor", y ya recibe las primeras sesiones de terapia para ayudarle con su enfermedad.
"Sospechamos que es una hipoxia cerebral por un problema en el nacimiento y tiene afecctación a nivel motor y a nivel cognitivo. Ahora mismo está en logopedia. Los fisioterapeutas están intentando que la musculatura de las piernas tengan más fuerza", explica Natalia Rodríguez, patrona de la Fundación Dacer. Ibrahim Boughrara, el intérprete que acompaña al pequeño, también aprende para que Ilyas continúe con el tratamiento cuando regrese a su aldea en Marruecos: "Para su familia esto es algo muy grande. Están muy contentos con lo que está ocurriendo". Todos tienen un esperanzador trabajo por delante.
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